La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, aseguró que trabaja arduamente en promover un diálogo que conduzca a un acuerdo en Venezuela
González Laya aseguró que trabaja «mucho para lograr un acuerdo entre la partes» para que en Venezuela se realicen elecciones libres y democráticas, pero que este trabajo «no sería muy eficiente hacerlo con un megáfono», informó Europa Press.
La suspicacia fue desatada por una extraña escala de la vicepresidenta del régimen de Nicolas Maduro, Delcy Rodríguez, quien tiene prohibido pisar suelo europeo.
Rodríguez fue recibida en el aeropuerto de Madrid, el 20 de enero, por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, quien dió varias versiones sobre la reunión.
Poco después, el expresidente español, José Luis Zapatero, viajó a Caracas, donde se reunió con el presidente en disputa, Nicolás Maduro, y con Rodríguez. González Laya afirmó durante la audiencia que Zapatero no estaba en ninguna misión oficial del gobierno español.
Añadió, no obstante, que respeta su labor «como ciudadano comprometido con la búsqueda de soluciones en Venezuela». Asimismo, negó que se haya producido giro alguno y agregó que el gobierno español continúa reconociendo a Juan Guaidó como “presidente encargado” del país latinoamericano.
Maduro pidió recientemente ayuda de España y otros países para convocar a un diálogo nacional que permita conformar un tribunal electoral «de consenso».
Este sería el tema alrededor del cual la jefa de la diplomacia española estaría buscando un acuerdo entre “las partes”.
Las palabras de González Laya enfurecieron a la legisladora Belén Hoyo, del opositor Partido Popular, que le instó a no poner «al mismo nivel a víctimas y a verdugos».
Hoyo advirtió además a González Laya que no debe ofrecer “salidas negociadas para delincuentes internacionales”.