El zurdo peruano-venezolano recibió un hit del primer bateador al que enfrentó en los entrenamientos primaverales, pero luego despachó a cinco en forma consecutiva y sacó dos entradas en blanco. Lanzó consistentemente entre las 95 y las 97 millas por hora
La primera salida de Jesús Luzardo en los juegos de exhibición lució justo como lo que hizo en septiembre en el rol de relevista de los Atléticos de Oakland. El zurdo trabajó con comodidad durante dos entradas en blanco, en las que aisló un hit, con dos abanicados, contra San Diego, el martes por la tarde.
Luego de recibir un sencillo de Greg García, el primer hombre al que se enfrentó, el zurdo retiró a los siguientes cinco contrarios, incluido Wil Myers, quien bateó para dobleplay. Colocó su recta (95-97 mph) de manera consistente en la zona de strike y cerró su presentación con su excepcional curva, que sirvió para ponchar sin tirarle a Gordon Beckham. Oakland terminó perdiendo el partido 9-6 ante los Padres, en el Peoria Stadium de Arizona. “Trabajé con la recta en ambos lados del plato. Ese era mi objetivo”, dijo Luzardo, sobre su primera apertura en la Liga del Cactus, a mlb.com.
Luzardo, que terminó 2019 como el mejor prospecto de los Atléticos y el número 12 de las Mayores, de acuerdo con MLB Pipeline, tenía instrucciones del cuerpo técnico de dosificarse en el montículo. “No era para tomarlo con calma, pero se trataba de no empezar como lo hice el año pasado, yendo tan duro como podía, tratando de hacerme un nombre”, explicó Luzardo, que todavía conserva el estatus de novato. “Solo traté de ser inteligente al respecto, que es lo que estoy tratando de hacer”.
Luzardo acaparó miradas durante los entrenamientos de primavera de 2019 e incluso llegó a ser considerado para iniciar la campaña en la rotación del equipo, pero casi al final del calendario de pretemporada sufrió un tirón en un músculo del hombro izquierdo, que le impidió lanzar hasta mediados de junio. Luego fue subido en septiembre y tuvo una presentación en la postemporada, en las que exhibió buena parte de su talento. “Era su primera salida y creo que estaba un poco nervioso”, comentó el mánager Bob Melvin a MLB.com. “Pero ciertamente no lo mostró, es muy sereno. Tiene un gran repertorio y sabe lo que puede hacer. Está muy adelantado a su edad (22 años)”.
En seis actuaciones durante el último mes de la zafra anterior, exhibió efectividad de 1.50 en 12 innings. En ese lapso apenas concedió tres boletos y ponchó a 16. Más tarde, en el partido por el comodín de la Liga Americana, completó tres entradas sin anotaciones contra los Rays de Tampa Bay.
Luzardo y A. J. Puk, la otra joya del pitcheo de Oakland proveniente de sus granjas, no tendrán restricciones de innings. Ambos conformarán la rotación de 2020 con Mike Fiers, Sean Manaea y Frankie Montas. “Lo que le pedimos que haga, está feliz de hacerlo y quiere contribuir”, destacó Melvin sobre el venezolano. “El año pasado, vino y lanzó al nivel de las Grandes Ligas por primera vez, un papel al que no estaba acostumbrado y tuvo un éxito enorme”.
El instructor de lanzadores, Scott Emerson, no quiere que los dos zurdos sean diferenciados del resto de los pítchers que tiene a su cargo. Si bien es cierto que Luzardo y Puk han sido apreciados prospectos, después del “cameo” del año pasado, Emerson los considera “un producto probado”.
“Estos muchachos son reales”, apuntó Emerson en una conversación con NBC Sports. “Los prospectos son tipos que quieres ver en las Mayores. Estos muchachos están aquí. Deberían quitarle a ambos la etiqueta de prospectos”.
RECUADRO
Cabrera en su punto
Miguel Cabrera llegó esta temporada decidido a recuperar el tiempo perdido en las últimas temporadas por sus constantes lesiones. Su poder sigue intacto como demostró el martes, al conectar un vuelacerca de tres carreras en el triunfo de los Tigres de Detroit 9-6 sobre los Mets de Nueva York.
El toletero de los Tigres se presentó a los campos de entrenamiento en plenitud de forma. Más delgado, con diez kilos menos en su humanidad, Cabrera quiere cumplir esta temporada con la marca que lo colocará más cerca del templo de Cooperstown: los 500 jonrones de por vida (solo le faltan 23). En la jornada del martes, el criollo alineó como bateador designado. Abrió el primer acto soltando un cañonazo al jardín central, antes de despachar su primer jonrón de los entrenamientos primaverales en el cierre del quinto episodio.
La víctima de su tablazo fue el novato Ryley Gilliam, a quien le enganchó un envío para desaparecer la pelota entre los jardines izquierdo y central, con el que remolcó a Danny Woodrow y Riley Green. En total, Cabrera se fue de 3-2 con sencillo, jonrón, tres impulsadas y una anotada.
Alexánder Mendoza
LVBP