La Unidad de Bienestar Estudiantil no funciona, el área de doctores y odontólogos menos, debido a una filtración de nadie ha arreglado. Fuera de servicio se encuentra, también, la piscina y la biblioteca
Hay que ser valiente para estudiar una carrera con la que, probablemente, no podrás vivir en Venezuela, el país donde el salario de un docente no alcanza ni para cubrir los gastos básicos. Sin embargo, todavía algunos encuentran la convicción y motivación para seguir formándose en el golpeado Instituto Pedagógico de Caracas.
Estudiantes del IPC deben luchar contra las fallas en los servicios públicos, sortear los riegos de Caracas y la escasez de efectivo para llegar a un edificio que literalmente se cae a pedazos. “Tenemos problemas con la infraestructura, no quieren darnos apoyo en nada”, denunció Jesús Uzcátegui, representante estudiantil del IPC.
La Unidad de Bienestar Estudiantil no funciona, el área de doctores y odontólogos menos, debido a una filtración de nadie ha arreglado. Fuera de servicio se encuentra, también, la piscina y la biblioteca. “Todo el tercer piso está afectado”, explica Uzcátegui.
El representante estudiantil hizo un llamado al Gobierno Nacional y a la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) para que presten atención a la situación del Instituto Pedagógico de Caracas. Declara que los futuros docentes reciben mala preparación porque no hay recursos. Uzcátegui espera que entre la comunidad estudiantil y las empresas privadas haya alguien que pueda ayudarlos para arreglar la infraestructura que “se está cayendo”.
Además de los problemas de la sede estudiantil, Uzcátegui denunció sabotaje en las carreras. Explica que hay un currículum de 1996 y uno del año 2015. “Están tratando de presionar a algunos estudiantes para que abandonen sus currículum y comiencen uno nuevo… Los profesores deberían ayudarnos, no ahogarnos”, dijo.
Carolain Caraballo/Caraota Digital