¿Cuántas personas conoces que no tienen un propósito definido en su vida? ¿Qué existen, pero no viven?, ¿Eres tu una de ellas?. ¿Te has preguntado alguna vez para que estás en esta vida?.
El ser humano fue creado por Dios con un propósito y ese propósito es el que nos debe guiar para vivir nuestra vida a plenitud.
En Génesis 1:27 leemos: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.
Y nos preguntamos ¿para que creó Dios al ser humano?, La respuesta es para que disfrute de todo lo que hay en este mundo y así lo podemos comprobar en el versículo 26 el mismo capítulo:
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”.
Sin embargo, al hombre desobedecer a Dios, su corazón se volvió insensible a su presencia y su vida se convirtió en algo totalmente diferente al propósito original del Creador.
Por eso tantas personas están desanimadas, angustiadas, rebeldes, rencorosas, llenas de odio, desobedientes e indiferentes a los llamados de Dios. Es decir existen, pero no viven.
Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia y de dicha eterna a tu derecha. Salmos 16:11.
Este Salmo escrito por el Rey David refleja el gozo y la plenitud que todo ser humano debe sentir, por haber recibido de Dios la posibilidad de vivir y disfrutar de todo lo que Èl ha creado.
Vivamos cada día con alegría y gozo en Dios, porque cada día son nuevas sus misericordias.
Ser cristiano no es profesar una religión, es tener una relación personal con Jesucristo como Salvador y Señor de nuestra vida.
Dios te bendiga y te guarde, hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios.
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988) beaperiodista@hotmail.com