Las fuentes precisaron que anteanoche, la madre de Guadalupe denunció en la comisaría de Lobos que la menor estaba desaparecida. Dijo que Sergio había pasado por su casa, en Angueira y calle 237, para llevar a la niña a un cumpleaños.
En Argentina una niña de 10 años nueva víctima de feminicidio; fue su primo y le hizo lo peor. El sujeto practica boxeo y la iba a llevar a una fiesta.
Según los medios locales, la niña de tan solo 10 años sufrió mucho antes de perder la vida a manos de su victimario de 22 años de edad, pues este no solo la golpeó y violó, también se presume que la calcinó para esconder las pruebas de su ataque sexual.
Fuentes policiales y judiciales informaron a la agencia Télam que Guadalupe Ezeiza, la menor de edad, según se determinó en la autopsia, sufrió quemaduras en la zona genital, lo que borró las potenciales pruebas que podían obtenerse para acreditar una violación consumada.
El imputado, Sergio R., practicante de boxeo, será indagado en las próximas horas por la fiscal de Saladillo Patricia Hortel.
Las fuentes precisaron que anteanoche, la madre de Guadalupe denunció en la comisaría de Lobos que la menor estaba desaparecida. Dijo que Sergio había pasado por su casa, en Angueira y calle 237, para llevar a la niña a un cumpleaños y que ella le había dado su consentimiento para que lo hiciera.
Aparentemente, el hombre debía pasar por la casa de otro familiar a buscar a su propia hija, de edad similar a la de Guadalupe, y llevarlas a ambas niñas al cumpleaños, lo que finalmente no ocurrió.
LA DETENCIÓN DEL PRIMO DE LA VÍCTIMA
«Aparentemente era habitual que las dos niñas pasaran tiempo juntas, pero no que la víctima se quedara a solas con su primo», explicó el vocero consultado.
Mientras la policía buscaba a Guadalupe, Oliveira llegó a la casa de un familiar, en Roque Pérez, en medio de una crisis nerviosa.
«Me mandé una cagada, por la nena no pude hacer nada», le dijo.
Ante esto, la policía fue a la casa de Sergio, en avenida Yrigoyen al 1200, a unas 20 cuadras del domicilio de la víctima. Dentro hallaron el cadáver calcinado de Guadalupe, sentado contra una pared, sobre unas brasas.
«La víctima presentaba signos de violencia y de incineración», señaló un jefe policial.
Oliveira fue aprehendido de inmediato. En su casa los peritos levantaron una serie de rastros que indicarían que quemó aparte algunas prendas de vestir de la niña y también un pantalón suyo, al tiempo que secuestraron unos guantes de boxeo.
La autopsia reveló que la menor presentaba fuertes traumatismos de cráneo por una serie de golpes recibidos en la cabeza y también en el rostro, y que la causa de muerte fueron las quemaduras que dañaron sus órganos vitales. También se encontraron rastros de defensa en los miembros superiores de la niña. El acusado, en tanto, presentaba rasguños en su cuerpo.