El fundador de la ONG MetroComunidad, Jesús Hernández, criticó que en el país todavía no se hayan tomado medidas preventivas, mientras que países como Italia, España y Estados Unidos están paralizados por los casos de contagio
Jesús Hernández, fundador de la oenegé MetroComunidad, señaló este jueves 12 de marzo que, de conocerse casos de coronavirus en el país, las autoridades gubernamentales deben suspender el servicio de transporte del Metro de Caracas.
“Sería lo más saludable. Cerrar el Metro. Pero no sabemos si esta gente lo habrá pensado o si lo estarán considerando, pero si la actitud del Estado ante el coronavirus es como el caso del gobernador del estado Zulia, Omar Prieto, contra el Dr. Pachano, nos imaginamos que la irresponsabilidad será dejar que el Metro siga funcionando como está funcionando”, señaló Hernández en entrevista con un equipo periodístico del portal Noticiero Digital.
Criticó que en el país todavía no se hayan tomado medidas preventivas, mientras que países como Italia, España y Estados Unidos están paralizados por los casos de contagio.
Hernández señaló que los trabajadores del Metro deben tomar una posición racional y pedirle a la empresa y al sindicato que fijen oficialmente una posición.
“El trabajador del Metro de Caracas tiene un salario que alcanza a los 12 dólares mensuales. Entonces, ¿cómo podría un trabajador por lo menos afrontar de manera personal e individual unas medidas preventivas al ganar $ 0,50 para comprar gel alcoholado? Lo más lógico sería que los trabajadores pidieran una respuesta del sindicato”, dijo.
Agregó que los miembros de MetroComunidad están elaborando una campaña con la que pretenden generar la mayor cantidad de información. “Antes, por lo menos había una cuadrilla de limpieza en cada una de las estaciones. Eso es lo que se denomina una limpieza diaria, luego de las 11:00 pm. En el pasillo se barría y limpiaban los andenes, los pasamanos, una limpieza superficial que se hacía toda la noche. Y había una cuadrilla que hacía limpieza profunda, con mangueras, pulidoras, ceras especiales, a la franja amarilla. Esto pasó desde 1983 al 2008, cuando se suspendieron los contratos de limpieza con compañías privadas para entregarle la limpieza a cooperativas y consejos comunales”, agregó.