Desde muy temprano de este sábado 14 de marzo se vio movimiento. Negocios formales e informales abrieron con normalidad. Sin embargo, se destacó el uso de todo tipo de mascarillas en vendedores y compradores
La recomendación “Quédate en tu casa como medida prevención para evitar la propagación del covid-19”, se cumple a medias, pues luego de un día de quincena, lo normal es que la gente salga a hacer las compras de rutina y eso fue lo que se vio en el Mercado Mayor de Coche.
Desde temprano se notó movimiento. Los negocios formales y los vendedores informales iniciaron las jornadas apenas salió el sol. Compradores de todos lados de Caracas fueron llegando por cuentagotas y, aunque no fue masivo, un gran porcentaje entró al centro de distribución de alimentos usando tapabocas de todas las especies. Hasta con hojas de lechuga amarradas al rostro se vieron algunos comerciantes.
A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el uso de tapabocas solo lo hagan personas con síntomas del coronavirus, el gobierno del presidente Nicolás Maduro exigió tal protección para poder usar el transporte público y otros organismos oficiales se sumaron a ese llamado.
No se notó nerviosismo en las compras. “Llevo lo habitual. Ni más ni menos. No me alcanza el dinero”, comentó Isabel Mejías, quien sí mostró preocupación por el virus que ya está en Venezuela.
La venta de verduras y frutas al aire libre no tiene ninguna regulación sanitaria, pese al estado de alerta decretado por el presidente Nicolás Maduro el viernes 13 de marzo en horas de la noche.
Tampoco se vio refuerzo de seguridad pública, aunque a primeras horas de la mañana se rumoreaba entre los comerciantes que iban a cerrar el mercado debido a la aglomeración de personas.
Cabe destacar que, el pasado jueves, Maduro ordenó suspender todo acto masivo.
Mascarillas obligatorias
En los mercados municipales de Quinta Crespo y de San Martín, cuya dirección corre por cuenta de la Alcaldía de Caracas, los comerciantes fueron informados (poco tiempo después del anuncio de Delcy Rodríguez) de que tenían que usar mascarillas y guantes a partir de este sábado. De no hacerlo, sus locales corrían el riesgo de ser cerrados.
En efecto, todos los locales que abrieron al público en Quinta Crespo contaban con personal “protegido” ante el contagio del covid-19. Misma situación pasaba con decenas de personas que acudieron al lugar a comprar alimentos para sus hogares y que se sorprendían con los precios de algunos productos.
Quienes no tenían mascarillas se las ingeniaban con paños de tela o suéteres amarrados en la parte baja de la cara; otros caminaban por los pasillos del mercado sosteniendo algún trapo en su boca para no contagiarse.
“Aquí algunos teníamos cajas de tapabocas guardadas para cuando llegara el coronavirus, aunque hubo quienes tuvieron que correr a ver si conseguían después de lo que dijo la directiva del mercado”, señaló Justina Queroz, encargada de un local.
Por su parte, Rebeca Freites, habitante de El Paraíso, afirmó que no cuenta con recursos suficientes para comprar mascarillas para ella y sus dos hijos, pues tiene lo justo para comprar alimentos y productos básicos.
Es por ello que optará por mantener la higiene personal, no salir mucho de su casa y no usar transporte público. Teme que la pandemia pueda afectar a los más vulnerables de su familia. “Nosotros no tenemos ni seguro médico. Mi esposo trabaja por su cuenta. Así que si nos llegan a dar los síntomas, tendremos que quedarnos en casa”, expresó.
Los mercados a cielo abierto en Caracas no escaparon de la realidad. Un equipo periodístico del portal Crónica.Uno recorrió varios de ellos en los municipios Libertador y Baruta y la panorámica fue la misma: algunos con mascarillas, otros no; algunos con guantes, otros no.
En uno ubicado en la avenida Baralt, a la altura de Altagracia, uno que otro peatón miraba con recelo a quien estuviera cerca y no tuviera mascarilla, aunque el carnicero que lo atendía tuviera una, pero manipulara los alimentos o sus tarjetas bancarias sin guantes.
RECUADRO
Unos se quejaron
En el mercado de San Martín, un expendedor de verduras omitió su nombre por protección. Se quejó porque la alcaldía de Caracas no les suministró el tapabocas. “Debieron darnos el tapabocas. Tuvimos que comprarlo y pagarle entre 7 y 8 dólares. Los de la Alcaldía cargaban uno fino gris que tiene una abertura a nivel de la boca por si se va a ingerir algún liquido”, relató el comerciante.
En este mercado, la afluencia de personas fue menor a otros fines de sábado, pese a que era quincena. Estaba totalmente abastecido y no se observaron compras nerviosas.
Mabel Sarmiento/Alberto Torres/Crónica.Uno