La mayoría de los connacionales han entrado a territorio boliviano por vía terrestre a través de Desaguadero, en la frontera con Perú, y de Guayamerín, en el límite con Brasil
Alrededor de 10.000 venezolanos, entre refugiados y migrantes, residen en Bolivia, que se ha convertido en un nuevo destino para quienes escapan de la crisis en el país y han abandonado además otras naciones como Colombia, Ecuador o Perú, según informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) difundido este viernes.
«A pesar de que en este país aún no existe un registro oficial de venezolanos, según estimaciones de la sociedad civil, se calcula que Bolivia ha recibido cerca de 10.000 migrantes y refugiados venezolanos hasta la fecha, quienes estuvieron invisibilizados por década y media por motivos políticos», detalla el documento titulado «Situación de los migrantes y refugiados venezolanos en Bolivia».
La publicación, elaborada por la Oficina de la Secretaría General de la OEA para la Crisis de Migrantes y Refugiados Venezolanos, señala que los hombres constituyen el 60% de los venezolanos en Bolivia, país que ha concedido refugio solo a 57 de estos extranjeros (27 mujeres y 30 hombres).
Citando cifras de la Comisión Nacional de Refugiados de Bolivia (Conare), el informe apunta que un total de 334 venezolanos solicitaron refugio en ese país en 2018, cifra que se elevó a 405 en 2019 y que entre enero y febrero pasado llegó a 182 pedidos.
«Se espera que siga aumentando el número de migrantes y refugiados venezolanos y, por lo tanto, el número de solicitudes. La mayoría de los venezolanos que solicitan refugio no vienen de Venezuela, sino de Perú, Ecuador o Colombia», agrega el texto, que atribuye la salida de esos países a las «dificultades encontradas».
La mayoría de los venezolanos han entrado a territorio boliviano por vía terrestre a través de Desaguadero, en la frontera con Perú, y de Guayamerín, en el límite con Brasil.
La Paz, Cochabamba y Santa Cruz se han convertido en las ciudades con mayor número de venezolanos, puntualiza el estudio, e indica que solo el año pasado 11.261 personas entraron a Bolivia con pasaporte de Venezuela y 5.982 lo hicieron con Cédula de Identidad.
Los datos fueron recopilados durante una visita efectuada por esa dependencia de la OEA, encabezada por el comisionado del secretario general para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, David Smolansky, el 11 y el 12 de marzo pasado, que incluyó encuentros con autoridades y con venezolanos residentes en ese país.
En el informe, Smolansky destaca los avances alcanzados por el gobierno de transición que lidera Jeanine Áñez en la atención de esta comunidad, pero considera como uno de los desafíos «garantizar la continuidad de la nueva política migratoria hacia los venezolanos, así como la permanencia de las resoluciones aprobadas», en el caso de que se instale una nueva administración luego de celebrarse las elecciones presidenciales.
Además, alertó que si bien Bolivia no es uno de los principales países receptores de migrantes y refugiados venezolanos, es posible que aumente este flujo migratorio si se mantienen las «restricciones migratorias impuestas por algunas naciones de la región» y se profundiza la crisis en su país de origen.