Varios países europeos, como Francia y España, vivieron este domingo su último día de confinamiento, entre alegría y miedo a un nuevo repunte de contagios del nuevo coronavirus, que ya ha dejado más de 280.000 muertos en el mundo, 10.000 de ellos en Brasil, el principal foco en América Latina.
Casi cinco meses después de su irrupción en China a finales de 2019, la pandemia que llevó al confinamiento a más de la mitad de la humanidad y paralizó la economía mundial parece estar bajo control en varios países, aunque en plena expansión en otros, en particular en América.
Pero el fantasma de un rebrote, y quizás hasta un tercero, mencionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), planea por todas partes.
Corea del Sur, considerado un modelo en la gestión de la crisis, lo refleja: después de frenar la propagación del virus y flexibilizar las restricciones, la alcaldía de Seúl se vio forzada el sábado a cerrar todos los bares y clubes ante un nuevo y evidente aumento de los casos de covid-19.
En China se registró el primer caso en un mes en la ciudad de Wuhan, cuna del SARS-CoV-2.
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El presidente surcoreano, Moon Jae-in, dijo que estos nuevos contagios demuestran que «incluso durante la fase de estabilización, situaciones similares pueden surgir nuevamente».
En Alemania, otro Estado considerado ejemplar ante la crisis, se está superando el tope fijado de 50 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en tres cantones.
Bares y restaurantes pudieron abrir el sábado en el Estado de Mecklembur-Pomerania, a orillas del mar Báltico, si bien los camareros debían llevar mascarilla.
En Irán, el país de Oriente Medio más afectado por el coronavirus con más de 6.500 decesos, también hay una flexibilización de las restricciones.
Mientras, el primer ministro británico Boris Johnson anunció este domingo un leve relajamiento de las restricciones impuestas por el coronavirus, y delineó un mapa que llevará a la nación a levantar las demás normas en los próximos meses.
En un discurso televisado a la nación, Johnson declaró que quienes no pueden trabajar desde casa, como los obreros de construcción o de fábricas “deben ser alentados para regresar a sus trabajaos” esta semana.