El futbolista Cevher Totkas, del Bursa Yildirim Sport, confesó que asesinó a su propio hijo de 5 años asfixiándolo con una almohada mientras convalecía con coronavirus.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de abril, cuando el pequeño fue ingresado en una clínica de Bursa con síntomas de coronavirus y con una fiebre alta.
Ese mismo día, el propio jugador llamó a los médicos para avisarles que su hijo tenía cada vez más problemas respiratorios. Dos horas más tardes de aquella llamada se confirmó la muerte del niño en la unidad de cuidados intensivos.
Desde entonces Cevher Totkas había guardado silencio, pero once días más tarde fue el futbolista el que se entregó a la policía para confesar el asesinato y qué le había llevado a hacerlo. Un testimonio duro y frío, ya que aseguró que no le mató porque tenía coronavirus, sino porque simplemente no le quería.
«Puse una almohada en la cabeza de mi hijo, que estaba acostado boca arriba. Apreté durante quince minutos sin parar. Mi hijo resistió un tiempo. Cuando dejó de moverse, saqué la almohada. Luego llamé a los médicos para que no sospechasen nada», afirmó Totkas ante los policías.
El futbolista fue detenido y ahora espera el juicio por homicidio, delito que en Turquía puede acarrear la cadena perpetua. «Nunca quise a mi hijo menor, desde su nacimiento. No sé por qué no lo quiero. La única razón de haberlo matado fue que no lo quise. No tengo ningún problema mental», afirmó Totkas en su confesión.