La suspensión del servicio de transporte público no deja opción. Apiñados, sin poder guardar distancia y corriendo peligro, así viajan los tequeños en las llamadas “perreras”, tras la radicalización de la cuarentena.
Esta semana han abundando los camiones que, ante el desespero de cientos de trabajadores por volver a casa, prestaron sus unidades para trasladarlos, incluso por la Panamericana. “Si nos pasa algo, que quede claro que es responsabilidad de la alcaldesa”, reclamó uno de los pasajeros, tras montarse en un camión en la redoma de La Matica.
Simultáneamente, en la plaza de El Rincón, otro grupo de vecinos, la mayoría habitantes del sector Lagunetica e incluso de El Jarillo, abordaban otra unidad de carga. Muchos sin tapabocas. “Dejarnos sin autobuses es criminal, hacer cuarentena es un lujo que solo se pueden cumplir muy pocos”, indicó Marco Muñoz, quien debe caminar hasta 3 kilómetros diarios para comprar comida.
El domingo en la noche, dos días después de que el gobierno anunciará tres casos de covid-19 en Los Teques, la alcaldesa anunció la radicalización del confinamiento con medidas que para muchos son extremas. “Vivo en Los Teques y trabajo en Carrizal y me toca caminar prácticamente por la Panamericana porque no hay transporte desde el lunes y aunque tengo carro no me dejan pasar; esto es absurdo”, dijo otro vecino, según reseña el portal El Tequeño.