“Cuando puedo, compro 2.000 litros de agua y pago 10 dólares. Pero ahora el hombre que me la vende cobrará más caro por la escasez de gasolina, tendré que pagar 20 dólares. Otra cisterna me cobraba 45 dólares; es demasiado”, cuenta Maritza Silva, quien vive en el sector El Amparo, en Catia, al oeste de Caracas
Antes de que el coronavirus llegara a Venezuela, ya en el sector El Amparo, en Catia, al oeste de Caracas, Maritza Silva padecía por la falta del suministro de agua potable a través de las tuberías. “Hay noches en las que no duermo y hago vigilia, a la espera de que llegue el agua”.
Silva, que vive con su hija y esposo, tiene más de 20 días sin recibir el suministro del servicio básico y, cuando llega, dura pocas horas. De su quincena debe guardar dinero para pagar cisternas y pipotes para tener agua en su casa. “Cuando puedo, compro 2.000 litros de agua y pago 10 dólares. Pero ahora el hombre que me la vende cobrará más caro por la escasez de gasolina, tendré que pagar 20 dólares. Otra cisterna me cobraba 45 dólares; es demasiado”, resalta Silva.
Otro método que utiliza Silva para paliar la escasez del servicio básico es llenar su pipote de casi 200 litros. Cerca de su residencia venden cada botellón de 18.9 litros de agua en 30 mil bolívares. “Para llenar el pipote pago 300 mil, eso lo tengo que llenar cada dos días”.
En la casa de Yelitza Santaella, en los Magallanes de Catia, desde hace 25 días no llega el agua a través del chorro.
Santaella que vive con su madre, no puede pagar 45 dólares por un camión cisterna para abastecerse. Cada tres días compra botellones de agua en un llenadero cercano a su residencia y cuando no hay agua allí debe comprar agua mineral hasta para bañarse. “Tengo más de tres semanas sin agua en la casa. He tenido que optar por comprar el agua en los llenaderos que están cerca de la casa. El costo del botellón es de 40 mil bolívares. Pareciera que no es mucho, pero cuando se compran más de 10 botellones diarios se convierte en una renta”.
En Pinto Salinas también viven sin agua. Anaís Ropcha, habitante de la zona, cuenta que desde el sábado 9 de mayo no hay por tuberías en su apartamento. “Nosotros no tenemos ni siquiera tanque para almacenar”, dice.
Para poder tener agua durante los días de escasez, Ropcha busca agua en un pozo que está cerca de su casa.
Zonas del este sin agua
Barrios y urbanizaciones del este de Caracas también están afectados por las fallas del suministro de agua potable por tuberías.
En el barrio José Félix Ribas, de Petare, Ángél Gutiérrez, vecino de la Zona 10, señala que desde hace más de 20 días no les llega el agua. “He llenado en un pozo que hicimos con los vecinos y cobran 10 mil bolívares por llenar cada botellón”, afirma.
La urbanización Lomas Del Ávila es una de las más afectadas por las fallas en el suministro de agua. En menos de un mes los vecinos de la calle 16 han salido a protestar para exigir el restablecimiento del servicio. “21 días sin agua, las cisternas están cobrando muy caro y en ocasiones las autoridades la desvían a los barrios”, alega un vecino.
Sectores de Santa Paula, parroquia El Cafetal, también al este de Caracas tienen ya 12 días sin agua. Carolina Rincones, habitante de la zona señala que a los residentes de su edificio se les complica comprar las cisternas ya que no todos pueden pagarla. “Son cuatros cisternas las que se necesitan para llenar el tanque del edificio”, dice Rincones.
La mujer, que vive junto a su madre y hermano, explica que la mayoría de las personas que habitan su edificio son adultos mayores y solo viven de su pensión.
“En mi casa tenemos un tobo, y como mi mamá tiene una colostomía, ese tobo es para ella; pero esto es muy serio”.
Reynaldo Mozo Z./Efecto Cocuyo