Las tarifas de la empresa de telecomunicaciones en Venezuela costaban entre $1 y $1,5 al mes, dependiendo del plan. En Perú, un servicio de televisión por suscripción puede costar $7 con la empresa Claro. En Directv Colombia, el plan oro de 238 canales tiene un valor de $43 al mes, mientras que un plan HD con 95 canales cuesta $15 aproximadamente
Los servicios de agua y electricidad son históricamente deficientes en los barrios por temas de urbanidad y planificación no resueltos. Acceder a internet o incluso llegar a los hogares se vuelve una tarea difícil en un país con escasez de combustible, debido a que quienes viven en los sectores más altos dependen de jeep para movilizarse. En esa cadena de dificultades, algunos consideraban Directv uno de los pocos o el único servicio que les garantizaba algo de igualdad.
La compañía de televisión por suscripción anunció el pasado 19 de mayo que cesaba operaciones de manera inmediata en Venezuela. La decisión dejó a 2,3 millones de suscriptores sin servicio, de acuerdo con cifras de la Cámara Venezolana de Televisión por Suscripción (Cavetesu). Además, Directv manejaba 45 % del mercado, como el mayor proveedor; el resto de los que participan no llega ni a 20 %, según cifras de Conatel hasta el segundo trimestre de 2019.
“Esto afecta tanto como no tener agua, gas, electricidad, gasolina y transporte. Era el único servicio digno que teníamos y lo más cercano a la equidad. El único medio real de esparcimiento, sobre todo, en medio de este caos. Hay quienes no pueden salir por múltiples razones, pasan 24 horas en su casa y con esto se mantenían entretenidos”, cuenta Katiuska Camargo, residente del sector San Blas en Petare Norte y fundadora del Movimiento Uniendo Voluntades.
Camargo ve cuesta arriba que las comunidades logren reponer el servicio de televisión. En San Blas, contratar un plan de internet privado cuesta mensualmente 15 dólares. “No todos tienen la posibilidad de pagar este servicio, yo lo tengo y lo comparto con dos vecinos que no pueden costearlo, ellos tienen familia fuera del país y así se mantienen comunicados”, dice.
En el primer trimestre de 2019, Directv contaba con 13,5 millones de suscriptores en América Latina. Venezuela concentraba 17 % de ese total con 2,3 millones de suscriptores. Sin embargo, el costo de las tarifas en el país, en comparación con las de otros de la región, era casi 15 veces menor.
La ida de la compañía coincidió con la cuarentena por el covid-19. Millones de venezolanos están confinados en sus hogares desde el pasado 17 de marzo como medida preventiva, según las autoridades. Para una vecina del sector El Rosario en las Minas de Baruta -el nombre se reserva a petición de la fuente- esta situación llevará a las personas a la calle ante la imposibilidad de entretenerse. “Ese sí es el problema, ahora va a haber más gente en la calle”, dice.
La mujer, quien trabaja como manicurista, cuenta que pagaba casi 100.000 bolívares al mes y añade que la mayoría de sus vecinos tenía Directv. El resto de las opciones, como Inter o SuperCable, no son viables para ella. “Yo me imagino que les quedará por ahí el DVD y volveremos a la era de antes, a comprar la película que se rayó, se quedó pegada. Yo veía las series, escena del crimen y las comiquitas con mi sobrinita”.
Las tarifas de Directv en Venezuela costaban al mes entre $1 y $1,5, dependiendo del plan. En Lima, Perú, un servicio de televisión por suscripción puede costar $7 con la empresa Claro. En Directv Colombia el plan oro de 238 canales tiene un valor de $43 al mes, mientras que un plan HD con 95 canales cuesta $15 aproximadamente. En Chile los planes oro y plata HD con más de 150 canales cuestan en promedio $30 al mes.
Para Camargo, los niños son otros de los más afectados. Explica que en casa podían ver sus programas favoritos. “Ahora muchos vecinos con niños se preguntan qué harán, entre que deben sortear el tema de conectividad de las clases online y el cómo mantenerlos entretenidos, es un reto”.
RECUADRO
La ida pega
Gracia Salazar, vecina de Juan Pablo Segundo II (Montalbán), relata que ahora tienen un problemón en su familia tras la salida de Directv. A su mamá, quien vive con demencia senil, lo único que lograba tranquilizarla era la televisión. “Estaba dando clases y mi papá me llama en estado de desesperación cuando se enteró. Ellos viven en La Pastora y allá no llega otra cosa. Para nosotros médicamente es un problema que no haya cable”, dice.
La búsqueda de opciones fue inmediata. Cuenta que llamó a NetUno y solo le atendieron por Twitter, donde le pidieron el número de teléfono y que esperara la llamada. Su situación familiar la resume con esta frase: “Cada montón de antenas es una historia de vida que se complicó con esta situación de Directv”.
Como es del conocimiento público, el pasado viernes 22 de mayo la Sala Situacional del Tribunal Supremo de Justicia ordenó tomar los bienes e inmuebles en propiedad de Directv Venezuela, así como restablecer el servicio. A los integrantes de la junta de esa compañía se les prohibió salir del país y mover sus cuentas bancarias.
Ariadna García/Crónica.Uno