A cada hora vemos cómo se incrementa el deterioro de los servicios básicos en Venezuela. La falta de agua, gas, electricidad, alimentos y gasolina genera una crisis que afecta profundamente el ánimo de quienes habitamos en este país, golpeado sin clemencia por las mafias de Nicolás Maduro.
Se suma a lo anterior la gravísima situación de los presos políticos, las detenciones arbitrarias, la represión en sus formas más perversas. Lo ocurrido a Luis Pérez en el estado Lara es un claro mensaje de la dictadura, de que no le importa nuestra condición de vulnerabilidad y de que la arremetida es y será brutal. Y no lo vamos a permitir.
Vemos también a un pueblo que se resiste a claudicar en la defensa de sus derechos fundamentales. Así lo demuestran las numerosas manifestaciones espontáneas, cargadas de mucha rabia ante la indolencia de quienes en alocuciones diarias presentan un país que avanza, según dicen, en medio del supuesto ataque de potencias extranjeras. En realidad son ellos los únicos y verdaderos responsables de la profunda crisis en la que nos encontramos y la gente lo sabe, a pesar del secuestro comunicacional.
Estamos en dictadura, y en dictadura debemos buscar los medios para activarnos, para organizarnos y para rebelarnos. Que el Covid-19 no sea una excusa para no hacer nada y dejar que otros hagan lo que como líderes nos corresponde ejecutar. Apoyemos y participemos en las manifestaciones de nuestro pueblo, que está cansado, que se resiste y que sale todos los días a luchar por sus derechos.
La solución no está solo en manos de un pequeño grupo que pretende arrogarse de manera inconsulta la toma de decisiones. Venezuela para recomponerse necesita la participación de todos los sectores de la sociedad en el cambio político y la reconstrucción nacional.
Susana Rojas
Secretaria General Adjunta
Bandera Roja Miranda
Miranda, mayo 2020