A diez años del “casi” perfecto

Galarraga: “He sido afortunado al no haber sido afortunado”

El derecho venezolano Armando Galarraga tiene muy vivo el recuerdo que pudo haber sido un juego perfecto, pero que no lo fue por una decisión arbitral errada. Ya no aspira que la MLB se lo reconozca

El auto deportivo sigue estando en la cochera de Armando Galarraga, un Corvette ZR1 de color plata casi en perfectas condiciones, 10 años después de que el venezolano estuvo a punto de lanzar un juego perfecto.

“Lo manejo muy poco”, dijo Galarraga el lunes. “De hecho, mi padre, creo yo, lo conduce más que yo”.

Cuando Chevrolet quiso recompensar a Galarraga por el deportivismo que exhibió después de la marcación errada del umpire de la inicial Jim Joyce, introdujeron un Corvette de color rojo al terreno de juego para regalárselo al siguiente día. Le ofrecieron un Corvette del color de su preferencia. Galarraga tenía la mirada puesta en un ZR1, que cuesta el doble del modelo estándar, y se ofreció a pagar la diferencia. Es la única vez que se permitió ser un poco egoísta.

Diez años después, el auto deportivo sigue funcionando. Las lecciones que dieron Galarraga y Joyce también siguen vigentes e incluso podrían ser más importantes ahora, que cuando Joyce hizo la sentencia que le negó a Galarraga un juego perfecto.

Es la empatía de dos personas sobre el mismo terreno de juego con trasfondos diferentes. Joyce, al darse cuenta de que su decisión en la primera base tras un roletazo de Jason Donald en la novena entrada era incorrecto, se sentía afligido porque Galarraga no obtendría el juego perfecto. Galarraga, viendo cómo a Joyce se le salían las lágrimas después del partido y de nuevo en el plato al momento de intercambiar los “lineups” al día siguiente, entendió su devastación emocional.

“Después de que todo pasó, lo fui a ver a su casillero”, contó Galarraga. “(El entonces gerente general) Dave Dombrowski me dijo que Jim seguía devastado. Vi a una persona que todavía se sentía terrible. Estaba cabizbajo y dijo que lo sentía mucho. Me puse en sus zapatos”, cuenta Galarraga. “Estaba tratando de pensar en cómo podíamos enfocarnos en la solución y no en el problema. No culpemos a nadie. Tienes que entender: No echemos a perder una carrera de 25 años por un error. Todos cometemos errores. Entiendo lo profesional que él es. Los jugadores lo respetan bastante, toda esa fuerza que él tuvo, toda esta experiencia. Tenía mucha presión sobre sus hombros. Y en esa posición, para mí todo era flores, para él todo era negativo. Mucha gente hizo bastantes comentarios negativos”, agregó. “Hicimos clic en ese momento. No sabíamos en ese momento todo lo que esto iba a originar”.

Es la razón del por qué una blanqueada de un hit ante Cleveland acapara más atención en la historia de la que un juego perfecto tendría. Es la razón del por qué el juego, por mucho el mejor de las 91 aperturas de Galarraga en las Mayores, estuvo programado para ser transmitido en su 10mo aniversario este martes.

Y también es la razón del por qué personas como Galarraga, el extimonel de los Tigres, Jim Leyland, y muchas más, han estado recibiendo llamadas y mensajes de texto acerca de este partido por más de dos semanas. “Se ha hablado mucho de este juego”, reconoció Leyland. “Aprovecho esta oportunidad, porque para mí es una semana para ser famoso”, expresó Galarraga. “Y después de eso, soy una persona como cualquier otra”.

Ayuda a Venezuela

Galarraga está tratando de nuevo de sacar algo positivo de su experiencia, esta vez con la esperanza de ayudar a sus hermanos en Venezuela. Le llegó la idea a la mente de vender camisetas con motivo del aniversario con el siguiente mensaje: “What’s Your Call?” (¿Cuál es tu marcación?) y el hashtag #perfectgame28outs10years. Las camisetas, que también denotan su academia de beisbol, están disponibles en el sitio armandogalarraga.com/shop.

Galarraga estaba programado para estar en Detroit esta semana junto con Joyce, firmando autógrafos y vendiendo libros con la intención de utilizar los fondos obtenidos para ayudar a la gente de Venezuela. Una vez que la pandemia del coronavirus estropeó dichos planes, el cumanés tuvo la idea de hacer las camisetas. “La situación en Venezuela está muy mal y para cuando el coronavirus arrecie, la gente no tendrá qué comer, no tendrá medicina suficiente”, lamentó el exlanzador. “La cosa ya está mal. La gente allá necesita ayuda desesperadamente”.

Aunque dijo que buscaría que Major League Baseball le revirtiera la marcación de Joyce y le otorgara el juego perfecto en una entrevista el mes pasado para The Athletic, Galarraga ahora se retrae y dijo que eso tenía que ver más con él pensando en voz alta.

No se puede revertir

Y no es la primera vez. La especulación sobre si MLB podría tomar acción se dio casi inmediatamente después del juego, pero fue reprimida al día siguiente. “No puedes hacerlo”, exclamó Leyland la semana pasada. “Es desafortunado que haya pasado. Pero no se puede cambiar. Eso generaría un problema bastante grande (con todas las marcaciones erróneas previas en la historia de Grandes Ligas)”.

Habría sido el primer juego perfecto en la historia de los Tigres, y el primero de parte de un lanzador venezolano, un honor que Félix Hernández logró por los Marineros dos años después. También habría sido la segunda menor cantidad de lanzamientos realizados entre los 20 juegos perfectos en los cuales los conteos de pitcheo estuvieron disponibles; el roletazo de Donald llegó ante el 83er lanzamiento de Galarraga.

Aún así, un juego perfecto no habría sido tan celebrado hoy en día como lo ha sido su blanqueada de un hit. “Definitivamente, no”, admitió Galarraga. “Acaparamos más atención con la forma en que manejamos las cosas. Diez años después, parece que fue ayer. Es algo que te hace pensar cuando te retiras: ¿De qué manera contribuiste al beisbol? Y para mí, creo que es una buena prueba. No soy un jugador que haya pasado 10 años en Grandes Ligas. No soy un jugador que fuera a muchos Juegos de Estrellas”.

Armando Galarraga no lanzó en Detroit por mucho tiempo más. El venezolano brindó algunas joyas de pitcheo más esa temporada, incluyendo siete entradas en blanco y ocho ponches de nuevo contra los Indios en agosto. Pero su codo derecho, el cual había sido sometido a una cirugía Tommy John años atrás, comenzó a molestarle de nuevo.

Los Tigres lo cambiaron ese invierno a Arizona. Después de 13 aperturas por los D-backs y en Triple-A Reno, Galarraga no aguantó más las molestias en el codo y se sometió a una operación para removerle fragmentos de hueso. Cuando regresó, su velocidad había mermado.

RECUADRO

Valiosa historia

Tras cinco aperturas por los Astros en el 2012, breves estadías en Triple-A con los Rojos y Rockies en el 2013, en las ligas de Taiwán en el 2014 y de México en el 2015, el derecho venezolano Armando Galarraga decidió retirarse, mermado por la lesión de su brazo de lanzar. “Estaba tratando de cambiar mi forma de lanzar, tratando de mejorar”, aseguró. “Pero el problema era cómo me sentía al día siguiente. Un día después de lanzar, ni siquiera podía mover mi codo”.

Ha decidido hacer las paces con su codo, al igual que las hizo con Joyce. Los recuerdos perduran en la mente de Galarraga. Tiene el auto deportivo y los otros obsequios. Tiene ese juego. Y todavía tiene una lección que enseñar.

“Cuando te comunicas, cuando no culpas a nadie por lo sucedido”, indicó. “Busca la solución, no el problema. Esa es la belleza de esta historia. La belleza es no hablar de más. Ambos tratamos de dar lo mejor de nosotros. Cuando di mis entrevistas, nos respaldamos uno al otro. Y esa es la razón del por qué esta historia es más valiosa que el propio juego perfecto. He sido afortunado al no haber sido afortunado”.

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