Cientos de venezolanos aguardan en las fronteras de Colombia con su país a la espera de que Caracas autorice su ingreso, pese a las restricciones para el cruce al parecer por un desbordamiento en las capacidades de recepción y atención del otro lado de la línea limítrofe, informaron autoridades locales.
«Nosotros tenemos ciertas limitaciones en la facilitación para el retorno de venezolanos a su país, amparados en su derecho a migrar, que está determinado por la capacidad que Venezuela tiene para recibir a sus connacionales», explicó Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia, reseña ANSA.
Según el funcionario, las autoridades vecinas redujeron la cantidad de personas a las que se les avalaba el ingreso diario tanto por Cúcuta (noreste), que hasta hace unos días permitía el ingreso de 700 migrantes diarios y lo disminuyó a 80, como por Arauca (este), donde el cruce se restringió solo a tres días.
En el caso de la frontera en La Guajira (norte), las autoridades venezolanas cerraron el ingreso a los migrantes, según la versión de Espinosa.
La situación es tan compleja que en el paso fronterizo en Cúcuta, en el llamado puente internacional Simón Bolívar, están estacionados desde hace varios días unos 700 venezolanos que aglomerados aguardan a la intemperie a que se les habilite el ingreso a su país.
Tanto Espinosa como Víctor Bautista, secretario de fronteras de la gobernación de Norte de Santander, coincidieron en que el problema de los migrantes varados obedece a la falta de capacidad de las autoridades venezolanas para atender y dejar en cuarentena a tantas personas.
«Ellos (Caracas, NDR) están en la lucha con la pandemia, han puesto allí unos albergues y puntos de atención integral que significa que todo el que llegue a Venezuela entra en un estado de cuarentena pero sus capacidades son limitadas, entiendo que han pedido ayuda a Naciones Unidas, y esto provocó el embudo migratorio», describió Bautista.
Precisó que los cientos de migrantes que aguardan el ingreso a su país llegaron a Cúcuta desde 14 ciudades colombianas y de países como Ecuador, Perú y Chile.
«Esta es una población que llegó en condiciones de mucha vulnerabilidad, varios de ellos han caminado más 20 días con sus pertenencias, con sus hijos, con sus familias a cuestas y lo que se ha formado aquí es un embudo migratorio, pues Venezuela tiene una capacidad limitada de aceptación de migrantes», añadió el funcionario a Caracol Radio.