Un preso que estaba recluido en un calabozo de la antigua Zona 7 de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Boleíta, municipio Sucre del estado Miranda, falleció a consecuencia de la tuberculosis que padecía desde principios de este año 2020.
La víctima respondía al nombre de Henry Bryant Cordero Vásquez (19). El fallecido tenía 17 meses encerrado en una celda compartida con 69 presos. Sus parientes informaron que realizaron los trámites para llevarlo a un centro de salud, pero una orden emitida por un tribunal no fue tomada en cuenta por el personal de la PNB que está en el reclusorio.
A medida que pasaban los meses, la salud de Vásquez se fue deteriorando debido a que no recibía la atención médica necesaria para combatir esta grave enfermedad. Los familiares detallaron que perdió peso, movilidad en las piernas, pero además estaba desnutrido y pálido.
Debido a que la enfermedad le fue agravando la salud, el joven permanecía tirado en el piso, ya que no tenía la fuerza suficiente para levantarse. “El agua y los alimentos que le llevaba la familia los compartía con los demás detenidos, y uno de esos presos está contagiado”, expresó la hermana del hoy occiso.
Tras decaer de manera exponencial, el ciudadano fue trasladado hasta el Hospital Dr. Domingo Luciani de El Llanito, donde finalmente pereció. Sobre su prontuario, la pariente de Vásquez señaló que fue capturado por una comisión de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), cuerpo élite de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en Quebrada de Catuche, por presunta posesión de drogas.
Sin embargo, familiares indicaron que los uniformados de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) le sembraron las sustancias estupefacientes para tener base para encerrarlo.
MDC