No solo Caracas vivió este miércoles el espectáculo de vías literalmente convertidas en estacionamientos en las áreas cercanas a las estaciones de servicio sin que los miles de usuarios tuvieran certeza de conseguir, subsidiado o no, el combustible que estaban esperando.
La novedad del día no fueron las colas «macabras» por toda la ciudad, con escenas de protestas puntuales, por la gestión del ingreso de vehículos a las gasolineras, sino la conversión repentina de estaciones «subsidiadas» en «internacionales».
El portal Noticias al Día y a la Hora, reseña que trascendió en fuentes del sector que hay «problemas puntuales» con la distribución y no está fluyendo el carburante como estaba previsto, aparte de que no está disponible toda la flota de cisternas necesarias para asegurar gasolina en todas las estaciones abiertas.
Las colas no hacen más que crecer y parece que este panorama preocupa en las altas esferas del gobierno, por lo que han comenzado a deslizarse mensajes por la red de medios públicos y cuentas en redes sociales afines al ejecutivo socialista pidiendo calma y que no se intente surtir gasolina sin necesidad.
Un periodista de VTV aseguraba en un video que en la próxima semana habrá bajado la demanda y, en consecuencia, será más fácil adquirir el carburante, casi completamente escaso en la capital desde hace más de 60 días.
El gabinete de Nicolás Maduro insiste en que la situación es consecuencia directa de las sanciones estadounidenses, pero la realidad es que la industria petrolera nacional se encuentra en una crisis inédita, a tal punto que solo es capaz de producir menos de 30.000 barriles de combustibles por día.
La mayoría de los estados de la provincia tiene años padeciendo problemas cada vez más agudos con el abastecimiento de combustibles.