El expelotero Tony Clark reveló un comunicado en el cual consideran inútiles las negociaciones actuales con la liga y solicitaron a los propietarios que ordenen, de forma unilateral, la inauguración de la temporada
Todo parece indicar que se acabó el diálogo entre los propietarios de los equipos del beisbol de las Grandes Ligas y el sindicato de peloteros, que, por intermedio de su principal vocero, el exjugador Tony Clark, elaboraron un comunicado en el que consideran inútil continuar las negociaciones con la MLB.
Los peloteros, en una abierta declaración de guerra, solicitaron a los propietarios que deberían ordenar, de forma unilateral, la inauguración de la temporada pospuesta por el coronavirus.
Esta posición, que puede ordenar la MLB, desataría, sin dudas, largos litigios y una nueva guerra laboral en el beisbol, según lo refiere el portal digital del diario El Nuevo Herald de Miami. “Desafortunadamente, parece que un mayor diálogo con la liga sería fútil”, dijo Tony Clark, líder del sindicato, mediante un comunicado.
En el texto del comunicado se establece que “los peloteros queremos jugar; es lo que somos y es lo que haremos. Desde marzo, el sindicato ha dejado en claro que nuestro enfoque principal es jugar la temporada más completa posible, tan pronto como sea posible y de la manera más segura posible”, resaltan en el escrito. “Los peloteros acordamos miles de millones en concesiones monetarias como un medio para ese fin, y ante los repetidos rumores dados a la prensa y la mala dirección, hicimos propuestas adicionales para inyectar nuevos ingresos en la industria, propuestas que beneficiarían a los dueños, peloteros, socios de transmisión y a los fanáticos”, enfatizaron. “Ahora se hace evidente que estos esfuerzos han caído en oídos sordos. En los últimos días los dueños han denunciado la supuesta falta de rentabilidad y el Comisionado ha amenazado reiteradamente con programar una temporada dramáticamente acortada, a menos que los peloteros acepten cientos de millones en concesiones adicionales”, sostiene el comunicado.
En este orden de ideas, los peloteros insisten en precisar que sus respuestas “han sido consistentes y hacen ver que tales amenazas del Comisionado son injustificadas. Serían fundamentalmente injustas para los peloteros. Nuestro deporte merece la temporada de 2020 más completa posible”.
Culminan señalando en el comunicado suscrito por el vocero de los peloteros que “estas siguen siendo nuestras posiciones hoy, particularmente, a la luz de los nuevos informes sobre los derechos televisivos nacionales de MLB, información que solicitamos de la liga hace semanas, pero que nunca nos proporcionaron”.
“Como resultado, desafortunadamente, parece que un diálogo adicional con la liga sería inútil. Es hora de volver al trabajo. Cuéntenos cuándo y dónde”.
Los dueños responden
Por su parte, la Oficina de Grandes Ligas respondió con otro comunicado en el que acusa al Sindicato de no negociar de buena fe.
En el texto citan una parte el acuerdo establecido en marzo de este año en el que solicitaban salarios prorrateados, pero no obligaba a los equipos a jugar en estadios vacíos.
Los clubes podrían presentar una queja formal ante los tribunales en la que pueden alegar que el sindicato no ha cumplido con el requisito de “buena fe”, sostienen los especialistas consultados por El Nuevo Herald. “La posición del sindicato está centrada en que los jugadores tienen derecho a prácticamente todos los ingresos de una temporada de 2020 disputada sin público. Esa visión no es justa para los miles de otros empleados del beisbol a los que nuestra oficina mantiene a nivel financiero durante esta muy difícil temporada de 2020”, indicó la oficina del comisionado en su comunicado. “Evaluaremos el rechazo del sindicato de atenerse a los términos del acuerdo de marzo, y tras consultar con los propietarios, decidiremos la mejor forma de llevar el beisbol de vuelta a nuestros fans”.
Originalmente se preveía que los jugadores percibieran 4.000 millones de dólares en salarios. Las mayores han ofrecido $1.270 millones garantizados y aumentarán el total a $1.450 millones si se completa la postemporada. Sin embargo, los jugadores quieren $2.250 millones.
RECUADRO
Miggy en la crema
Sin temporada de Grandes Ligas, el mes de junio ha sido propicio para tratar de conformar el Dream Team de la última década (2010 a 2019), una tarea bastante difícil por la cantidad de estrellas que han transitado por los estadios de la gran carpa, pero que fue seleccionada con aparente buen criterio por el analista de ESPN, David Shoenfield.
Sin dudas, una de las grandes hazañas de la década fue la que estableció el venezolano Miguel Cabrera al ganar la Triple Corona en la campaña de 2012 y sus cuatro títulos de bateo alcanzados en ese período, logros que lo establecieron como un futuro miembro del Salón de la Fama.
Así, de acuerdo al criterio de Shoenfield, Cabrera reunió todos los méritos para que fuese seleccionado como el más sobresaliente bateador designado.
Cabrera se mantiene como uno de los mejores valores del beisbol moderno y está a la espera completar los 3.000 imparables y 500 jonrones para tener el camino aun más expedito hacia el Templo de los Inmortales en Cooperstown.
El resto de los escogidos por Schoenfield, son Buster Posey en la receptoría, Joey Votto en la primera, el dominicano Robinson Canó en la segunda, Francisco Lindor en el campocorto, Adrián Beltré en la tercera, y Mike Trout, Mookie Betts y Andrew McCutchen en los jardines. Entre los lanzadores escogió a Clayton Kershaw, Justin Verlander, Max Scherzer, Madison Bumgarner y Chris Sale. El cerrador de este equipo es Craig Kimbrel.