Los principales centros comerciales de Caracas reabrieron sus puertas. San Ignacio, Tolón, Líder, Sambil, El Recreo y Millennium son algunos de los icónicos establecimientos que empezaron a trabajar desde la mañana de este lunes 15 de junio. En las entradas era tomada la temperatura a las personas y había gel antibacterial de uso obligatorio.
Aunque el cronograma establecido por la administración del presidente Nicolás Maduro establece que los centros comerciales abrirían a las 7:00 de la mañana, realmente la atención al público se inició a las 9:00 am. En los centros comerciales El Recreo y Sambil solo ingresaban empleados del lugar a primera hora, mientras que en el centro comercial San Ignacio los usuarios pudieron ingresar antes de las 9:00 de la mañana.
Los estacionamientos del San Ignacio y del Sambil también prestaron servicios. En el centro comercial Líder, las personas también podían ingresar sin problemas; a las afueras había una larga cola de gente que esperaba la apertura de las agencias bancarias.
El centro comercial Millennium se mantenía cerrado por completo a las 9:00 de la mañana. No obstante, en la entrada del lugar había señalizaciones para resaltar la importancia del distanciamiento físico a la hora de ingresar al centro comercial.
Aunque el centro comercial Sambil estaba abierto, no estaban trabajando todas sus tiendas. Vale recordar que solo pueden abrir los comercios autorizados, como farmacias, ópticas y ventas de comidas, entre otros.
Los cines del Sambil y del San Ignacio no tenían previsto abrir este lunes 15 de junio ni ningún otro día de la semana.
Medidas a medias
Si bien las unidades de transporte público superficial son desinfectadas constantemente, el distanciamiento físico no suele cumplirse en los autobuses ni en las paradas.
Este lunes se pudo ver cómo algunos conductores explicaban a los usuarios que solo podía subir una cantidad limitada de personas según la capacidad del autobús.
Tanto los conductores como las personas hacían uso del tapabocas, pero no había mayores medidas de protección para los usuarios de las unidades.
Iván Reyes/Efecto Cocuyo