La OPEP y sus aliados decidieron retirar del mercado, del 1 de mayo a finales de junio, 9,7 millones de barriles diarios (mbd), es decir, alrededor del 10% de la oferta mundial antes de la crisis
«Todos los países participantes (…) acordaron prolongar la primera fase de ajustes de producción de los meses de mayo y junio durante un mes más», indicó el comunicado conjunto de lo que se conoce como OPEP+.
Tras un acuerdo alcanzado el 12 de abril, los países de la OPEP y sus aliados decidieron retirar del mercado, del 1 de mayo a finales de junio, 9,7 millones de barriles diarios (mbd), es decir, alrededor del 10% de la oferta mundial antes de la crisis, para enfrentar una caída de la demanda sin precedentes a causa de la pandemia del coronavirus.
El arma habitual de los 13 miembros de la OPEP, cerrar el grifo para sostener los precios, fue utilizada este año con un vigor inusual.
Inicialmente, el recorte debía suavizarse a partir de julio y situarse en 7,7 mbd, hasta diciembre.
Interrogado por la AFP, el ministro argelino de Energía, Mohamed Arkab, mencionó la cifra de 9,6 mbd, es decir 100.000 bd menos que en mayo y junio, una información que no figura en el comunicado de la OPEP.
La diferencia podría explicarse por las presiones de México, ya reticente en anteriores reducciones.
Algunos analistas y observadores apostaban por una prórroga más larga, hasta después del verano o incluso hasta final de año.
El desconfinamiento ya activo en muchas partes del mundo no ha hecho que el consumo de crudo vuelva a su nivel anterior a la crisis, que ya era inferior a la oferta en ese momento.