A pesar de que todos los tests rápidos que les practicaron dieron negativo, les realizaron la prueba PCR. Sin mostrar los resultados, les indicaron que el niño de 11 años había arrojado positivo al COVID-19. Pasados 10 días de tratamiento repitieron la prueba y ahora el resultado no aparece
35 días en aislamiento en un hotel de Guatire, estado Miranda, cumplió este jueves 18 de junio una familia de tres miembros que regresó el pasado 15 de mayo de Colombia.
Los afectados denuncian que se sienten secuestrados y no les han dado el alta médica, porque no aparece el resultado de la segunda prueba PCR de su hijo, un niño de 11 años de edad, quien habría dado positivo en la primera oportunidad, según les indicó el personal de salud.
Aquel 15 de mayo ingresaron a este hotel 22 personas que viajaron en el mismo autobús desde el estado Táchira hasta el CDI La Vaquera en Guarenas. Como el hotel sanitario del municipio Plaza no contaba con disponibilidad, fueron enviados al Motel Las Cabañas en Zamora. Ya todos fueron dados de alta, menos ellos tres.
A todos les practicaron pruebas rápidas y todas dieron negativo. A pesar de eso, debían cumplir la cuarentena de 14 días antes de poder llegar a sus hogares.
En ese lapso de tiempo, a pesar de que los tests rápidos arrojaron resultados negativos, les hicieron la prueba PCR y sólo el niño dio positivo, aunque nunca les mostraron los resultados. Desde ese momento les comenzaron a administrar tratamiento farmacológico a todo el núcleo familiar con cloroquina, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud ordenó su suspensión por demostrarse asociaciones con casos de muerte.
“Nos sentimos secuestrados y estamos entrando en desesperación. El niño supuestamente dio positivo, aunque no tenía síntomas, pero a todos nos mandaron tratamiento con cloroquina y ranitidina. Diez días después, nos vuelven a hacer la prueba del hisopado y ahora llegaron todos los resultados, menos el del niño. Eso es negligencia de ellos (el personal de la salud asignado al hotel)”, señaló vía telefónica al Diario La Voz, la señora Zulma Bello.
La denunciante aseguró que su esposo ha perdido 10 kilogramos de peso corporal y el niño de 11 años, su nieto, entró en rebeldía. “Dice que no quiere comer más hasta que nos saquen de aquí. Tengo miedo de que nos pase algo estando aquí metidos, porque ya han ingresado más migrantes en los últimos días y nos da miedo que ahora sí nos podamos contagiar”, exclamó.
La señora Zulma pide a las autoridades que se tomen cartas en el asunto, con respecto al resultado extraviado. “Yo no voy a permitir que le vuelvan a hacer la prueba al niño. Los médicos ya tienen todo para darnos de alta, solo falta anexar ese resultado que no aparece esto es culpa de ellos mismos”, reiteró.
Lidk Rodelo