El estado de Florida registró este viernes un nuevo récord de casos de coronavirus con casi 3.822 contagiados, pero el gobernador Ron DeSantis respondió a las voces de alarma diciendo que en general se trata de jóvenes asintomáticos.
Con 3.207 nuevos casos el jueves y más de 2.600 los dos días anteriores, Florida rompió récords de casos de coronavirus casi a diario durante la última semana.
Unas 43 personas fallecieron el jueves, una cifra que se mantiene estable, aunque la tasa de nuevos contagios (10%) se duplicó respecto a la semana anterior, según el reporte del viernes del Departamento de Salud.
Recordando que el virus es más problemático para las personas de mayor edad, DeSantis dijo que la edad mediana de los nuevos contagiados ha caído precipitadamente de 60 a 37 años.
Además, «muchos de los que están dando resultados positivos no son sintomáticos», dijo en una mesa redonda con autoridades de la salud, que garantizaron ser capaces de «manejar la situación».
Reconoció que el distanciamiento social entre los jóvenes se ha «erosionado» en Florida, que tiene turistas en restaurantes y hoteles interactuando sin aparentes temores pandémicos.
El gobernador republicano, un aliado del presidente Donald Trump en su obstaculizada carrera por la reelección, adjudicó el empinado aumento de casos al aumento de las pruebas realizadas.
También recordó que, cuando había escasez de pruebas en marzo y abril, una persona asintomática de 25 años no podía acceder al examen, que entonces se reservaba a los trabajadores de la salud y a los mayores de 65 con síntomas.
DeSantis estaba acompañado de tres jefes de grandes grupos hospitalarios del sur de Florida, donde se concentra la mayoría de los casos. Todos coincidieron en garantizar que tienen camas y ventiladores suficientes.
Dijeron que tienen incluso menos pacientes y la mitad de personas en terapia intensiva que hace dos meses.
«Estamos bien, tenemos capacidad, tenemos recursos (y podemos) asumir pacientes con covid y sin covid, en una situación que es completamente manejable», reumió Maggie Gill, CEO del Palm Beach Health Network, una red de cinco hospitales al norte de Miami.
«Nos sentimos bastante seguros», añadió Carlos Migoya, CEO del Jackson Health System, el mayor grupo hospitalario de Miami.
El gobernador necesita atraer el turismo antes de las elecciones de noviembre para recuperar la economía de Florida, un estado pendular que ha sido históricamente clave en la carrera por la Casa Blanca.