El Purpurado y arzobispo de Mérida, presidió la liturgia por la beatificación del médico trujillano, cuyo anuncio fue oficializado el pasado viernes 19 de junio mediante decreto del papa Francisco
“Hoy Venezuela está de fiesta y rebosa de agradecimiento”. Con estas palabras, el cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de Caracas y arzobispo metropolitano de Mérida, dio inicio a su homilía durante la misa de acción de gracias por la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, proclamación oficializada este 19 de junio por el papa Francisco, mediante decreto divulgado desde el Vaticano.
En sus palabras, el cardenal Porras resaltó la importancia que tiene el ascenso de Hernández a los altares de la Iglesia católica, a quien definió como “modelo de buen cristiano y excelente ciudadano”. Señaló que su beatificación constituye un “bálsamo” para que “todos los que se sienten fatigados y agobiados por la carga de tantos males encuentren alivio”.
“El santo criollo, amado e invocado por pobres y ricos, hoy nos reanima, justo cuando el mayor clamor por justicia social y liberación nacional suena en todas partes”, apuntó el cardenal.
La eucaristía, transmitida a las 10 am de este 20 de junio a través de radio, televisión y redes sociales, se llevó a cabo en la iglesia Nuestra Señora de La Candelaria, donde reposan los restos del Dr. Hernández desde 1975; fue concelebrada por los obispos Tulio Ramírez, vicepostulador de la causa de beatificación del galeno trujillano, y José Trinidad Fernández, secretario de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), junto a otros miembros del clero de Caracas.
El “santo criollo”, un ejemplo a imitar
En su discurso, el prelado recordó que, aunque a partir de la beatificación la imagen del trujillano puede oficialmente “entrar a ocupar un sitial de honor en templos y capillas”, el Dr. Hernández tiene un lugar privilegiado en la fe de la población desde su misma muerte, ocurrida hace casi 101 años. “Para la inmensa mayoría de los venezolanos y de muchos venidos de otros lares que hicieron tienda entre nosotros, José Gregorio es el santo, sin precisiones canónicas, el beato bienaventurado, la imagen más penetrante de la espiritualidad venezolana”.
Agregó que su ejemplo de “hombre bueno, virtuoso, de fe profunda, estudioso, creativo más allá de las limitaciones de su tiempo”, expresa las raíces más populares de nuestro país y puede ser una herramienta para rescatar las virtudes de la idiosincrasia nacional. “Hoy, en el oscuro panorama que nos azota, cada uno de nosotros añora y anhela ser, tener, imitar, proyectar al José Gregorio que llevamos dentro…José Gregorio es la expresión más esclarecedora del venezolano de ayer, de hoy, y es luz para el mañana que tenemos que construir”.
Ante la crisis nacional, Porras invitó a los venezolanos a mirarse en el ejemplo de integridad, responsabilidad y vocación de servicio de Hernández y no aplazar más el momento de hacer el bien ni postergarlo por otros intereses. “Hoy, en nuestro país necesitamos un nuevo amanecer, el resplandor de una luz buena y santa, para superar la situación escandalosa en que estamos metidos. Nunca habíamos tenido tanta pobreza y tanta desesperanza. Nunca nos habíamos sentido tan huérfanos de afectos por los millares de compatriotas que se han ido, buscando una mejor vida en otros lugares”.
Por la sanación y unión nacional
El administrador apostólico de Caracas resaltó en su mensaje que la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández “es un nuevo amanecer que nos compromete a todos” y debe convertirse en una oportunidad para promover la reconciliación nacional, “sin odios ni exclusiones, para que haya progreso integral e igualdad social”.
“Necesitamos que la luz de la esperanza ilumine nuestros corazones para que la familia venezolana vuelva a unirse. Que los políticos, los empresarios, los comunicadores, los científicos e investigadores, los trabajadores, en fin todos los sectores, destierren la división, fomenten la libertad de expresión, donde haya separación real de poderes y garantía absoluta de los derechos humanos, procesos electorales transparentes, para que la verdad, la reconciliación y la vida luzcan con mayor resplandor para bien de todos”.
También rogó para que la “luz del bien” que representa la figura de José Gregorio Hernández “alcance a todos los venezolanos sin distinción… y nos acerque a los auténticos valores de la fraternidad proclamados por la auténtica democracia y por los valores del Cristianismo”.
El cardenal Baltazar Porras aprovechó para anunciar que la Iglesia católica iniciará jornadas de evangelización en torno a la vida del galeno, las cuales se desarrollarán en hogares, parroquias, centros de salud, escuelas y universidades, con el fin de promover el ejemplo de Hernández como “laico y ciudadano ejemplar, excelente médico, respetado profesor y reconocido científico, austero y humanitario”.
“Que la luz de José Gregorio nos ilumine para sanar y curarnos a todos, a nuestra maltratada sociedad, y emprender el verdadero camino de la paz y la justicia”, enfatizó el administrador apostólico de Caracas.
DESPIECE +++++
De la beatificación para canonización
Tras el decreto papal, el Santo Padre anunciará la fecha del acto litúrgico oficial de beatificación de José Gregorio Hernández, el cual se espera se realice durante el primer trimestre de 2021. En el marco de este proceso, en los próximos meses se realizará una ceremonia de exhumación de los restos del Dr. José Gregorio Hernández, los cuales reposan en la iglesia Nuestra Señora de La Candelaria en Caracas, con el fin de ubicarlos en un altar que se dispondrá en una de las alas de la iglesia..
Hernández es el cuarto beato de Venezuela y el primero de carácter laico en la historia del país. Lo acompañan en los altares tres religiosas: la Madre María de San José (1875-1967), beatificada por el papa Juan Pablo II en 1995; la Madre Candelaria de San José (1863-1940), proclamada por el papa Benedicto XVI en 2008, y la Madre Carmen Rendiles (1903-1977), beatificada por el papa Francisco en 2018.