El miércoles 24 de junio se reportó la muerte de Jackson Villanueva, quien se encontraba privado de libertad en el Internado Judicial Rodeo 2, en Guatire, estado Miranda. El hombre había sufrido complicaciones asociadas al sistema digestivo y permaneció durante dos semanas esperando atención médica en la enfermería del recinto carcelario, pero no fue asistido.
Tras conocerse de este fallecimiento, sus compañeros de prisión denunciaron que padecen desnutrición debido a la mala alimentación que reciben. También detallaron a El Pitazo que cerca de 10 reclusos más presentan síntomas de complicaciones gastrointestinales y temen que también puedan morir.
«Desde antes de que se suspendieran las visitas por la pandemia, nos están dando arroz con granos, sean caraotas, lentejas o frijoles chinos, pero siempre granos. La mayoría de las muertes de este año han sido por obstrucciones intestinales y problemas del estómago que comienzan con diarrea, después se complican y termina muertos», revelaron.
Los afectados también señalaron que se han incrementado los casos de desnutrición. «Todos estamos por debajo de 60 kilos», aseguraron. Al respecto, los familiares de los privados de libertad piden a la ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, que se permita el ingreso de paquetería para poderles enviar alimentos y medicamentos a los detenidos.
«Si ellos no pueden garantizar la atención y las medicinas, al menos que nos permitan a nosotros que les podamos llevar lo que necesitan, antes de que todos terminen muertos», pidieron los parientes.
La semana pasada se registraron cuatro muertes en el Rodeo III. Tres de esos decesos fueron por cuadros gastrointestinales y solo uno fue sacado de la cárcel para ser llevado a un hospital.