CARACAS. Venezuela ha entregado a la Corte Penal Internacional (CPI) documentación adicional en el marco de su denuncia por crímenes de lesa humanidad presentada en febrero pasado contra Estados Unidos por sus sanciones contra el país andino, al sumar ahora las medidas coercitivas aplicadas «en medio de la pandemia».
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, firmó el martes una carta dirigida a la fiscal general de la CPI, Fatou Bensouda, junto a un «alcance de medidas coercitivas unilaterales en medio de la pandemia del coronavirus», que se entregó el miércoles pasado, según indicó en una rueda de prensa con motivo de su visita a Rusia para conmemorar el 75º aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi.
Indicó que «la agresión contra Venezuela es aún más grave en estos momentos, porque el ataque sigue siendo generalizado, sistemático, en plena pandemia».
«En un proceso tan delicado para la humanidad que te impidan la importación de mascarillas, los test, los ventiladores, lo necesario para atender la producción económica, que se ha visto afectada en todos los países del mundo por el coronavirus, es un delito de lesa humanidad sin lugar a dudas», recalcó Arreaza.
La medida más reciente de EE UU contra Venezuela, dijo, fue la sanción este miércoles de cinco capitanes de barco iraníes que entregaron 1,5 millones de barriles de petróleo al «régimen ilegítimo» del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Recordó, además, que Venezuela tiene bloqueados casi 10.000 millones de dólares en EEUU y en Europa, además de 31 toneladas de oro en el Reino Unido.