El presidente de Empresa Polar, Lorenzo Mendoza, dijo este martes, durante el congreso anual de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), que el nivel de ingreso de los venezolanos se encuentra al nivel de los años 40
“Venezuela va a entrar en el esquema económico de libre mercado tarde o temprano. Eso es inevitable porque lo que tenemos ahora es miseria. Ningún país avanza si no se trabaja de manera mancomunada, el sector público y privado. Los habitantes de este país están sumidos en la miseria, pero todo puede mejorar con un plan de estabilización”.
Así lo manifestó este martes el presidente de Empresa Polar, Lorenzo Mendoza, durante su intervención en una videoconferencia realizada durante el congreso anual de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), transmitido por TVVenezuela.
“Actualmente, la economía venezolana está a niveles de los años 40, lo que implica un retroceso de 80 años. Es necesario que haya un cambio en las políticas públicas que puedan mejorar estos indicadores. Las políticas de controles y estatización han fracasado. Nunca en Venezuela se han activado políticas públicas que apunten al libre mercado”, recalcó Mendoza, quien llamó a los empresarios a ejercer su derecho a participar y a hacer propuestas para cambiar y avanzar en medio de la situación crítica del país, sin entrar en la diatriba político-partidista; sin embargo, señaló que si médicos y abogados pueden entrar en política, no puede ser que un empresario no pueda hacer una pausa en su vida profesional para entrar en el servicio público con sus capacidades y conocimientos.
Como orador central en el conversatorio con industriales de diversos sectores, que formó parte del Congreso de Conindustria 2020, Mendoza dejó clara su intención de apoyar y promover la libre empresa en Venezuela con una postura ética clara, en la que resaltó que las compañías deben convertirse en promotoras de la movilidad social de sus trabajadores. “Tenemos que actuar con responsabilidad con nuestros compañeros de trabajo y apoyarlos en la educación de sus hijos, en la mejora de sus viviendas, en la consecución de una mejor calidad de vida. Tenemos que enviar un claro mensaje a los compañeros trabajadores que con trabajo digno se puede prosperar, más allá de un quince y último. Tenemos que ayudarlos a subir la escalera”, declaró.
Indicó que en Venezuela no es momento “de hacer negocios, sino que hay que hacer empresas. Cuando hayamos superado esta destrucción, entonces los que quieran podrán hacer negocios, porque eso no tiene nada condenable, pero en este momento es necesario un compromiso completo con el país”.
Para Mendoza, es claro que en Venezuela ha fracasado de manera palmaria el modelo hiperestatista, intervencionista y de controles. Como dato indicó que en términos de producto per cápita, el país ha retrocedido 80 años, con una población siete veces superior, pero también falló el modelo proteccionista, basado en la renta petrolera gestionada por el estado. “No se trata de regresar al pasado, pero hay que salir de este presente de destrucción de la producción, de la dignidad. Vamos a abrazar el libre mercado, eso no lo ha tenido Venezuela por más de 50 años, con políticas que ayuden a los más afectados. Ahí está Corea del Sur, que tenía indicadores muy parecidos a nosotros, y ahora nos ha sobrepasado y es un país exportador. Claro que hay que atender a la población más vulnerables, cuya base de arranque es la miseria”, destacó.
Para el presidente de Empresas Polar, el mayor conglomerado privado del país, en esta economía mundial integrada, es “inevitable que lleguemos a un modelo de libre mercado, porque lo que tenemos hoy es rudo, muy grave”.
100 % venezolana
Ante una pregunta de Aquiles Hopkins, presidente de Fedeagro, Mendoza indicó que la corporación que dirige está dispuesta a entrar en un proyecto integral de recuperación de la producción agrícola, especialmente de maíz blanco, un producto que se consume en muy pocos países de manera masiva, entre ellos Venezuela.
Recordó que en los años ’90 se logró que el país fuera autosuficiente en la producción de maíz blanco, y se alcanzó una cosecha de 1.700.000 millones de toneladas por año, en unas 400.000 hectáreas, con semillas propias proporcionadas por la Fundación Danac, un centro de investigación agrícola filial de Empresas Polar.
Pero señaló que, en este momento, ese plan está complicado porque los productores no tienen suministro de insumos, como agroquímicos, cuya producción es 100 % responsabilidad del Estado, y tampoco hay acceso al crédito, porque la banca está “intervenida en todo lo que tiene que ver con el crédito y sin liquidez”, por lo que habría que estabilizar las condiciones del sector, antes de entrar en un plan de desarrollo agresivo.
Mendoza dijo además que ha presentado la estrategia de recuperación de la producción de maíz y arroz, con semilla nacional, a representantes del ejecutivo, sin resultados. “Lo que vivimos haciendo es cambiar las cifras, porque de 400.000 hectáreas, hemos pasado a menos de 100.000”. El industrial destacó que su empresa tiene la capacidad de suministrar 8.000 toneladas de semillas, producidas en Danac, pero hay que recuperar capacidades productivas actualmente destruidas.
El presidente de Empresas Polar dijo que está comprometido con lograr que la arepa vuelva a ser 100 % venezolana.
RECUADRO
Liderazgo moral
El presidente de Empresa Polar, Lorenzo Mendoza, fustigó no solo el modelo económico que ha regido en Venezuela durante los últimos 20 años, sino que repartió afirmaciones duras sobre el liderazgo del país. “En este país priva el PHD de la mentira. Líderes que dicen una cosa y hacen otras. Yo estoy convencido de que el venezolano sigue siendo un ser digno, que quiere progresar por su propio esfuerzo, a pesar de años de un discurso desintegrador”.
Igualmente fustigó a los empresarios que guardan silencio y aceptan una situación insostenible en el plano económico, pero también en el plano moral. “Muchas veces me dicen que soy un ‘bobolongo’ por seguir en Venezuela, pero lo primero que uno tiene es la ciudadanía, la cédula, y aquí están mis afectos, mis sabores; por eso es que soy terco, creo en este país”.
Mendoza también habló de la fuga de talentos, como resultado de la migración aventada por la crisis para buscar cómo ayudar a sus familias, y recomendó a las empresas acercarse a las universidades y a otros centros de estudio para mantener a las empresas competitivas.
El empresario llamó a hablar de economía, a hacer propuestas para superar este fracaso histórico. “Estamos ahogados en la política. Creo que es muy importante que los políticos existan, que haya alternancia, pero es imprescindible que los empresarios sean escuchados y sean convocados a ejercer responsabilidades públicas, pero, eso sí, dejando sus propios intereses de lado”.