Habitantes de la avenida Sucre denunciaron ante El Diario La Voz, que hasta la fecha seis establecimientos callejeros hacen vida en las distintas transversales todas las semanas en las que no se respeta el distanciamiento social, ni las medidas preventivas, como el uso del tapabocas.
Michelle Da Costa / michelledacosta@diariolavoz.net
Con la aparición de la pandemia del Covid-19 a Venezuela, virus que ha ocasionado la muerte de decenas de personas a nivel mundial, el presidente de la República, Nicolás Maduro, decretó un estado de cuarentena en el territorio nacional desde el 17 de marzo de 2020 para evitar la propagación del coronavirus en el estado venezolano.
Desde hace tres meses los venezolanos han tenido que mantenerse en sus hogares para preservar sus vidas, y las de sus familiares. El estado de emergencia sanitaria en el país ha generado un declive en el sistema económico, ya que los comercios y establecimientos han cerrado sus puertas con el objetivo de frenar un avance significativo del virus.
Esta situación ha afectado considerablemente a los comerciantes informales, quienes han tenido que parar su producción económica, ya que no está permitido que circulen libremente por las calles para comercializar sus productos. A pesar de estas restricciones, semanas después del decreto de cuarentena, comenzaron a proliferarse en Caracas y gran parte del estado Miranda los llamados mercados a techo libre.
Un caso alarmante es el que viven los residentes de la avenida Sucre de Los Dos Caminos, situada en el municipio Sucre del estado Miranda. Habitantes del sector denunciaron ante el Diario La Voz la aglomeración excesiva de estos puestos callejeros, en los que no se respeta el distanciamiento social y en algunos casos, los comerciantes y compradores no cumplen con las medidas preventivas, entre ellas el uso obligatorio del tapabocas.
Tras un trabajo periodístico realizado en la zona, se conoció que antes de la llegada del Covid-19, en la avenida Sucre, dos mercados a techo libre eran los únicos permitidos por la alcaldía, los cuales tienen años operando en las transversales del sector.
Una infografía suministrada por los residentes, detalla que actualmente la zona cuenta con seis mercados itinerantes (algo que va de un lugar a otro sin permanecer de manera fija) en la mayoría de las transversales que no tienen permiso de la alcaldía del municipio Sucre, sino que operan bajo la aprobación de los consejos comunales.
Los vecinos de Los Dos caminos se encuentran preocupados ante esta situación, ya que temen que estos establecimientos informales se conviertan en un foco de contagio, debido a que los residentes desconocen si estos vendedores, o en el caso de los usuarios que acuden a abastecerse pudiesen estar infectados.
En un inicio, los consejos comunales informaron a la comunidad que dichos mercados estarían operando los fines de semana en un horario establecido a partir de las 8:00 a.m. hasta la 3:00 p.m., sin embargo, los mismos hacen vida en las distintas transversales corrido desde el miércoles hasta los sábados.
Los alimentos que se comercializan en estas jornadas conocidas también como “ferias”, en su mayoría se trata de pescaderos, carniceros, charcutería, venta de hortalizas y verduras y productos de primer necesidad; como aceite, azúcar, café, harina, etc.
“Esto no puede ser, no queremos que esto se convierta en una zona anárquica como Catia y Petare, esto es una zona residencial, no un mercado popular”, expresó indignada una residente de la avenida Sucre quien prefirió mantener su identidad anónima.
Otro habitante detalló que la llegada de estos mercados no permite el cumplimiento correcto de la cuarentena, ya que los ciudadanos no se ven obligados a realizar las compras mensuales o cada quince días, debido a que “en cada esquina” hay un puesto de comida donde puede adquirir lo necesario, lo que genera que los ciudadanos salgan más a las calles.
En ese sentido, los residentes de Los Dos Caminos han tomado la acción de reclamar a la alcaldía y a los consejos comunales, pero hasta los momentos no han recibido posibles soluciones ante esta situación. Un vecino aseguró que hasta han recurrido a los cuerpos de seguridad del municipio, y estos les informan que no les compete resolver este tipo de problemas.
Bajo esta misma línea de ideas, tras el permiso de estos mercados a techo abierto surgen dos inconvenientes que acrecientan las molestias de la comunidad de Los Dos Caminos. El primero se trata de los desechos que generan estos establecimientos, ya que utilizan los containers de la zona para botar la basura, y en algunos casos los residuos rebosan del vertedero.
“Botan los restos de pescados, las verduras y otros alimentos lo que genera mal olor en el sector” y de una basura que no es de nosotros”, acotó otro ciudadano. Además, los habitantes pagan un impuesto por aseo, y no les parece justo que los comerciantes aprovechen que en el lugar las empresas recolectoras de basura pasan regularmente para mantener las calles en condiciones óptimas para botar sus sobrantes exonerándose del pago correspondiente a este servicio.
El otro problema, es el ruido que generan al momento de armar sus tondos, descargar los camiones con la mercancía y ordenar sus puestos de trabajo. “Se escuchan gritos, tiran las gaveras desde las cuatro de la mañana, ya ni siquiera nos dejan dormir”, exclamó una vecina de la zona.
Cabe mencionar que una residente aseguró que la comunidad tiene dos años mediando con la alcaldía con el tema de los mercados, pero con la llegada del coronavirus, todo se ha salido de control y ahora el sector está abarrotado de ferias que en su mayoría entre distintas transversales venden los mismos productos.
Habitantes esperan que luego que acabe la cuarentena estos locales de comida itinerantes cesen y se retiren, ya que los mismos se han acrecentado por el tema de la pandemia, en la que los ciudadanos, en su mayoría comerciales informales salen a las calles a buscar el sustento para el hogar.
Los vecinos altamente preocupados por esta situación, le hacen un llamado a los organismos competentes para que tomen en serio este hecho irregular, ya que cada semana se suman más mercados callejeros, lo que puede generar a futuro un foco de contagio, en los que se verán afectados decenas de personas que alegaron respetan la cuarentena y buscan de preservar su vida y la de sus familiares.