Conocer a Dios      

  La semana pasada hablamos de cómo, a través de Jesucristo, podemos pasar de ser creación de Dios a convertirnos en hijos de Dios, ser salvos y disfrutar de la vida eterna en su Reino.

Pero para llegar a formar parte de la familia de Dios debemos conocerlo primero, y la pregunta es: ¿Conocemos verdaderamente a Dios, o solo tenemos una noción superficial de Él?

Conocer a Dios no es solo decirlo, es creerlo y demostrarlo con nuestra obediencia a sus mandamientos y con un cambio en nuestra manera de vivir.

Jesucristo nos dice en el versículo 14, capítulo 10 del evangelio de Juan: “Yo soy el Buen Pastor, conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí”.

Y Pablo nos dice en la Primera Carta a los Corintios, capítulo 8, versículo 3: “Pero el que ama a Dios, es conocido por Él”.

Lamentablemente muchas personas no entienden esta enseñanza de la Biblia y la confunden con costumbres, tradiciones y ritos religiosos establecidos por organizaciones creadas por el hombre.

Gracias a Dios que nos dejó su Palabra escrita para que podamos encontrar la dirección correcta que nos lleva a saber lo que Él quiere de nosotros.

Veamos algunos textos al respecto.

“Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe de conocerme y de comprender que yo soy el Señor” Jeremías 9:24.

“Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo” Romanos 10:9.

“Si ustedes realmente me conocieran, conocerían también a mi Padre y ya desde este momento lo conocen y lo han visto” versículo 7 del capítulo 14, evangelio de Juan. 

Ser cristiano no es profesar una religión, es tener una relación personal con Jesucristo como Salvador y Señor de nuestra vida.

Dios te bendiga y te guarde, hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios.

Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)

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