El candidato opositor Luis Rodolfo Abinader ganó la presidencia de la República Dominicana en la primera vuelta electoral de los comicios de ayer.
El político, nacido en un hogar de un dirigente de larga data, consumó la victoria que le avizoraban las encuestas más reconocidas y lleva al poder al Partido Revolucionario Moderno (PRM), formado en el 2014 con la salida de una mayoría de dirigentes y militantes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y teniendo como base la Alianza Social Dominicana (ASD) que mantuvo su padre José Rafael Abinader.
Abinader llega al Poder Ejecutivo en un momento difícil para la economía y la salud del país, que sufre un aumento significativo de contagios de Covid-19 y los hospitales y clínicas se llenan de pacientes que padecen del virus.
Tuvo que pasar, junto con los demás candidatos, por una inaudita campaña electoral que cambió desde que se frustraron las elecciones municipales del 16 de febrero por el colapso del voto automatizado. Así lo señala el periódico de más distribución en la isla, Diario Libre.
Al presidente electo le aguardan importantes retos por el duro golpe que ha sufrido la producción y los miles de empleos que se han perdido y no se recuperan debido al cierre de la economía en los últimos 3 meses de confinamiento y pandemia.
Su equipo económico ha manifestado que por la lesión que han sufrido los sectores productivos se tendrán que acudir al crédito de organismos internacionales para buscar un relanzamiento de la economía a finales de año.
En lo adelante, Abinader deberá tener la sagacidad para unificar a todos los sectores del país en torno a una agenda de recuperación, pero previo a ello se tendrá que tomar medidas y hacer grandes esfuerzos para frenar y reducir la ola de contagios del coronavirus, que se ha disparado en las últimas semanas tras las fases de apertura de la economía.