Stefano Borghese, un pequeño de 12 años, murió al caer a un pozo de 30 metros de profundidad mientras participaba en una excursión a un parque durante un campamento de verano en Gorizia Italia.
Los intentos de los servicios de rescate por salvarlo han resultado inútiles. Los investigadores creen que el menor ha muerto en el acto a causa del impacto, pues no ha respondido a la llamada de los especialistas que cavaban en el pozo, según informan medios italianos. En el momento del accidente, en la infraestructura no había agua para amortiguar el golpe.
Las primeras investigaciones apuntan a que la víctima se subió sobre la reja que tapaba el pozo y la pieza se dio la vuelta o simplemente cedió ante el peso del pequeño. No obstante, las autoridades continúan recabando información que permita esclarecer cómo se produjo la desgracia.
Los investigadores prevén que las dudas sobre el modo en que produjo la tragedia se resolverán con el testimonio de los compañeros de Stefano, que han sido trasladados a sus domicilios tras el siniestro. El alcalde de la ciudad, Rodolfo Ziberna, ya ha ofrecido apoyo psicológico para los niños. (Información de noticias 20 minutos).