Una mujer llamada Gavina M.M. habría envenenado y ahorcado a su hija de 8 años en su domicilio de Sucre (Oropeza, Bolivia) el pasado 17 de abril, tras lo cual habría simulado que fue un suicidio, según un comunicado publicado este domingo por la Fiscalía General del país latinoamericano.
El día de la muerte de la pequeña, su progenitores declararon que hallaron a su hija ahorcada en el cuarto y que, tras bajarla y reanimarla sin éxito, la trasladaron al hospital, donde llegó ya sin vida.
Tanto la presunta autora del crimen como el padre de la pequeña, llamado Agustín P.C., fueron detenidos cuando se disponían a viajar al departamento de Santa Cruz, según informó el fiscal departamental de Chuquisaca, Mauricio Nava Morales. Ella ha sido acusada de infanticidio y él de encubrimiento.
¿Cómo los descubrieron?
«Pericias realizadas dieron como resultado que la víctima habría sido envenenada y colgada por su propia madre, como también lo confirmó el testigo presencial y hermano de la fallecida», reza el texto de la Fiscalía. «La madre habría manipulado la escena del crimen a efectos que hacer creer que la niña se había ahorcado», continúa.
Según medios locales, el pequeño reveló que la madre aseguró que la niña se quitó la vida porque estaba deprimida a causa de que no tenían dinero para comer ni para reparar la televisión estropeada. La menor compartía habitación con sus padres y sus dos hermanos.
Nava indicó que la psicóloga forense halló contradicciones en la versión de los padres de la víctima, que se oponían a que ésta entrevistara al hijo menor. «Han obstaculizado el trabajo, pero se ha logrado hablar con el hermano de la niña fallecida, quien contó los hechos que involucran a la madre», señaló. Asimismo, detalló que los datos recabados coinciden con la muestra toxicológica de la autopsia, en la que se encontró veneno y una sustancia tóxica, refirió RT.