En Caracas, las fallas en los servicios de distribución de agua por parte del Estado, sumado a la cantidad de limitaciones que genera la adquisiciónde camiones cisternas privados, ha incentivado la perforación de pozos en zonas urbanas y barriadas caraqueñas, para disponer del preciado líquido en sus hogares.
La señora Lourdes Muñoz habita en el sector El Chorrito, barrio La Dolorita (Petare), aseguró que el agua recibida de los pozos artesanales de su vecindad suele estar en mejor estado que la proveniente de las tuberías o camiones cisternas del Gobierno Nacional, que presenta una tonalidad marrón o amarillenta. Además, el líquido proveniente de la calle solo llega dos días a la semana (miércoles y domingos) y en el caso de los camiones cisternas, solo reparten dos pipotes de agua por persona cada 15 días.
Aunque estos pozos en su mayoría no cuentan con los permisos necesarios, se han convertido en la fuente principal de agua para muchos habitantes de las zonas populares de la Gran Caracas, ya que un envase grande les puede durar un solo día si se usa para cocinar, el inodoro y aseo personal.