La refinería El Palito se activó, aunque muy lejos de cómo se esperaba. Tan solo está trabajando a 7 % de su capacidad instalada, por lo que solo produce entre 8 y 10 mil barriles diarios, cuando pudiera producir 140 mil barriles, según dieron a conocer fuentes ligadas a la empresa.
La estabilidad del sistema aún está en duda. La refinería ya se había activado antes, en medio de un plan del gobierno del presidente Maduro por resolver la escasez de gasolina. Sin embargo, desde hace 13 días la planta se paralizó por problemas técnicos. La otra refinería que estaba funcionando, la refinería Cardón, también se paralizó, lo cual agudizó las colas para surtir combustible en todo el país.
¿Hay motivos para alegrarse? Depende. Según las declaraciones que dio al diario El Carabobeño el representante sindical de El Palito, Freddy Alvarado, se está trabajando para estabilizar la planta. Además, se planea aumentar la producción de gas doméstico, el cual tampoco se consigue fácilmente.
Sin embargo, el problema de la gasolina es muy complejo en Venezuela. A pesar del aumento en el precio del combustible, las colas continúan, incluso en las estaciones de servicio que venden a precio internacional. Hay varias razones para que esto pase, como la desinversión en las refinerías venezolanas que se encuentran paralizadas, e incluso las sanciones de EE.UU., que colocan trabas para el ingreso de buques con combustible al país.
En el mejor de los casos, si se logra reactivar y mantener activas las dos refinerías que empezaron a procesar combustible, entonces se estarían produciendo entre 20 mil y 30 mil litros de combustible diarios. Aunque no se conoce realmente la demanda en medio de la cuarentena, algunos expertos estiman que roza los 100 mil barriles diarios.
¿Fallas en el sistema?
La activación de las refinerías en Venezuela es complejo. Desde la activación de la refinería Cardón, el dirigente sindical Iván Freites reportó que existían fallas en el sistema que hacían que las plantas fueran inestables.
La principal razón es que las piezas que se colocaron en las plantas eran iraníes, chinas o pertenecían a otras refinerías del país, por lo que ocasionaba problemas. Poco tiempo después de que Freites planteara esto, tanto Cardón como El Palito presentaron fallas y tuvieron que parar.