Para nadie es un secreto que progresivamente en Venezuela los niveles de inseguridad se han ido incrementado hasta lastimosamente ocupar las primeras posiciones en Latinoamérica. Por otra parte, las condiciones particulares de una crisis social y económica han facilitado la aparición de nuevas formas de delito, su mutación o incremento en la frecuencia y magnitud. Ante este escenario, el ciudadano debe considerar medidas de prevención que le permitan minimizar la posibilidad de ser víctima.
Aunque las falsificaciones de materiales y productos están a la orden del día, los medicamentos y los alimentos son los renglones más afectados. Adquiera sus productos en lugares de confianza, evite las ofertas con precios absurdamente atractivos y verifique cualquier cambio en el empaque o la presentación de los productos.
Los delincuentes saben que tienen amplias posibilidades de ubicar bienes de mayor valor en residencias y oficinas. Mantenga un inventario actualizado de sus activos, en especial aquellos que tienen información o seriales que será solicitada por los cuerpos policiales al momento de hacer una denuncia. Verifique que sus pólizas de seguro contra hurto y robo mantienen unas coberturas acordes con los posibles valores de reposición en caso de un siniestro.
Los ingresos con violencia en inmuebles son cada vez más frecuentes. Las barreras físicas de seguridad son la primera protección con la que cuentan sus instalaciones, de allí la importancia de efectuar una inspección que permita validar el estado de estas. Puertas, portones, rejas, cercas, muros, paredes, pisos, techos, fachadas, ventanas, cerraduras, llaves y candados, entre otros, son algunos de los elementos a atender.
La trazabilidad de las personas y la disponibilidad de evidencias son parte de las importantes ventajas que ofrecen los sistemas de seguridad basados en tecnología. Si ya dispone de algún sistema verifique con personal técnico de confianza su correcto funcionamiento. Sensores que han perdido su calibración, conectores deteriorados y discos duros ya en su máxima capacidad de almacenamiento son algunos de los casos más frecuentes. Si considera dotar a su instalación de un nuevo sistema, asesórese y evite las ofertas tipo “cajita feliz que sirven para todos”. Cada
caso tiene requerimientos específicos y al final lo que pareciera estar ahorrando en realidad lo gastará por otro concepto.
El hurto hormiga es una realidad en las organizaciones y el impacto no solo se produce en el patrimonio de la empresa, sino que alcanza a los mismos trabajadores, contratistas y clientes. Se deben tener condiciones que permitan hacer de los mobiliarios como una primera opción segura donde resguardar los insumos y equipos necesarios para realizar las labores. Verifique y de ser necesario adecúe las condiciones de seguridad de los almacenes de productos, materia prima y repuestos. Asegúrese que existen normas actualizadas para el manejo y control de materiales. Coordine con las unidades de seguridad, recursos humanos y legal, las acciones a seguir en caso de incumplimientos a las políticas establecidas por la organización. Una campaña de comunicación puede ser necesaria para garantizar que toda la población conoce sus derechos y deberes.
Mantenga una unidad de protección acorde a las nuevas realidades. La vieja conseja donde reducir gastos empieza por la seguridad, no sólo es prehistórica, sino que en muy poco tiempo va a generar consecuencias negativas que van desde el clima organizacional hasta la reputación, los trabajadores y demás activos. Los casos de éxito tienen como factor común una inversión inteligente basada en indicadores y con visión de futuro.
Vivir en Venezuela país donde se encuentran el diez por ciento de las ciudades más violentas del mundo tiene un costo; la prevención. De convertirla en un hábito podrá evidenciar sus positivas consecuencias. De lo contrario sólo es cuestión de tiempo para que pase a formar parte de la lista de víctimas.
@adogel
Adolfo M. Gelder