Con la Alternativa Popular Revolucionaria, los dos partidos que por décadas han estado del lado del “proceso revolucionario” se alían a otras organizaciones de izquierda en una plataforma para buscar tener presencia en el próximo Parlamento
Desde hace 22 años, el Partido Comunista de Venezuela y Patria Para Todos acompañaron las fórmulas electorales del chavismo, principalmente aglutinados en el llamado Polo Patriótico; pero para las elecciones parlamentarias de 2020, ambas organizaciones han decidido apartarse del madurismo y han conformado junto a otras organizaciones de tendencia izquierdista una plataforma con la que buscar curules para la nueva Asamblea Nacional de 2021.
Alternativa Popular Revolucionaria (APR) es el nombre de este encuentro de movimientos sociales, de obreros, campesinos y comuneros, que contará con tarjeta propia en los comicios pautados para el seis de diciembre.
En un comunicado hecho público el lunes 10 de agosto, la APR se define como una alianza anti imperialista y verdaderamente socialista, dirigida a proporcionar un nuevo referente de izquierda para los venezolanos.
Hacen referencia a la carestía de la vida, los bajos salarios, la especulación comercial sin freno, la desidia institucional, el irrespeto sistemático a los derechos fundamentales del pueblo, la criminalización y judicialización de las luchas y la adopción de políticas regresivas por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
Nueva plataforma ante gobierno
que “negocia” con empresarios
Rafael Uzcátegui, secretario general de PPT, explicó a TalCual los objetivos de esta alianza político electoral y los motivos del deslinde con el gobierno de Nicolás Maduro.
“APR es el encuentro de organizaciones de izquierda con dos partidos conocidos en la historia venezolana pasada y reciente pasada, el PCV y PPT, que hemos decidido con otras corrientes que venimos actuando al interior del Frente Antiimperialista y Antifascista, cuya mayoría constituye la Alternativa Popular Revolucionaria, y coincidimos electoralmente. Vamos a presentar una propuesta electoral al país desde una visión de lucha, popular, de izquierda”, expresó el dirigente Pepetista, quien indicó que ya en las respectivas páginas de internet de estos dos partidos figura la adhesión al APR.
Explicó Uzcátegui que la alianza electoral no la hacen con el PSUV porque tienen diferencias con sus políticas económicas, su tratamiento al problema del salario, las prestaciones sociales, la lucha por la tierra y en cuanto a construir una economía productiva, un socialismo ético y productivo.
Aseguró que se trata de un gobierno “que judicializa a la protesta revolucionaria, que es capaz de negociar con empresarios, pero no capaz de sentarse con los trabajadores. Cada vez que empresarios y Gobierno se reúnen para discutir precios el pueblo tiembla. Porque lo que se imponen son los precios”.
Expansión de la plataforma
“Nos hemos expandido porque ambas organizaciones tenemos espacios comunes, somos parte del Foro de Sao Paulo, de luchas que, muchas de ellas se autodenominan chavistas, cerca de 60 organizaciones sociales, CLAP, consejos comunales, mesas técnicas de trabajo, organismos de vivienda, las instancias de trabajadores y distintas corrientes sociales. Es una alternativa de movimientos y va a presentar sus 290 y tantos candidatos en listas regionales, nacionales y circuitos electorales”, anunció Rafael Uzcátegui.
Aseguró que los aliados verdaderos del PSUV son las fuerzas que están en la mesa de diálogo nacional, conocida como “la mesita”. “Los verdaderos aliados del PSUV son el MAS, Bertucci, Henri Falcón, Timoteo Zambrano, Claudio Fermín. Nosotros somos una opción revolucionaria que reclama el camino de la ética, de la transparencia, de lo que es ser honrado y transparente”, manifestó.
Conquistas chavistas perdidas
Sobre las políticas que consideran fueron logros del expresidente Hugo Chávez pero fueron desmontadas por el gobierno de Nicolás Maduro, cita aspectos de la Ley del Trabajo, las prestaciones sociales. Según Uzcátegui, no se ha hecho absolutamente nada para proteger las prestaciones sociales, que son el patrimonio de los trabajadores y su familia, y eso fue liquidado sin que el Gobierno haya hecho nada para protegerlo.
“Sabemos que hay una situación difícil, que los ingresos del Estado están sometidos a la presión del bloqueo imperialista, pero jurídicamente el Estado tiene la obligación de protegerla, si no las puede pagar ahora, debe hacerlo después, no puede ser liquidadas a la contracción y devaluación actual, es liquidar el patrimonio de quien trabaja”, expresó el dirigente.
Advirtió que, en cambio, el Gobierno se sienta con los grupos económicos y les garantiza la protección de su capital, e incluso hace acuerdos con ellos privilegiando, pagándoles las nóminas, con protección de las importaciones y fijando precios.
“La liberación de la economía es la condena de los trabajadores. Sobre todo, los públicos, porque los privados tienen mayores oportunidades, se les dan alternativas, aunque no se le garantiza la aplicación de la Ley del Trabajo, que fue la última aprobada por Chávez”.