Caerse de una mata de mango le costó la movilidad y la alegría a Abraham, un petareño de 15 años. Cuando su madre lo encontró en el piso, hace año y medio, tenía una cabilla atravesando un costado y no podía moverse. Ahora pasa los días en un cuarto sin TV, libros o algún amigo
Abraham José Carrasquel debería estar corriendo por el patio, lanzándose en cauchos bajo la lluvia en la empinada cuesta del Barrio La Cruz de Petare y corriendo con su tapabocas a hacer mandados a su mamá. En cambio, está postrado en una cama desde hace un año y seis meses, sin poder moverse y sin esperanzas de vivir mejor.
Caerse de un árbol de mango le costó la movilidad y la alegría. Cuando su madre lo encontró en el piso, ese 29 de febrero de 2019, tenía una cabilla atravesándole un costado y no podía moverse.
El diagnóstico: fractura de dos discos de la columna, por lo que está en cama desde entonces. Con ayuda su familia, Yuleidy Palacios, la madre de Abraham, ha podido conseguir sillas de rueda y los pañales que ahora requiere su hijo y que necesitará de por vida.
Sin embargo, las precarias condiciones de la familia hacen más compleja la situación del chamo y lo mantienen confinado en una pequeña habitación de dos metros por tres, con paredes roídas y sin ventanas, de la que pocas veces pueden sacarlo.
Entrar al cuarto del adolescente es encontrarlo mirando al techo. En su cuarto solo hay una cama, un televisor pequeño que no suena, a veces no se ve y detrás, una silla de ruedas que no puede usar con facilidad porque por la forma de sus piernas se les dificulta sentarlo.
Para sacar a Abraham del cuarto o de la casa, Yuleidy debe pedir la ayuda de vecinos, pues debe superar dos tramos de escaleras tan solo dentro de la vivienda, otro pasillo más de escaleras en el callejón en el que viven y una bajada empinada para salir del barrio La Cruz, ubicado específicamente en Maca.
Yuleidy no puede trabajar, pues debe encargarse de la atención de Abraham a tiempo completo y son sus padres y hermanas quienes la ayudan a costear lo que pueden, en torno a las necesidades de su hijo en cama.
La postración ha generado lesiones en la piel de Abraham, el evidente debilitamiento de sus músculos y lo ha llevado a estar bajo de peso.
El niño ahora cuenta con el apoyo de la fundación Santi y sus Amigos, que lo visitó con una doctora que lo evaluará, y ahora se ocupa de entregarle algunos insumos médicos. Sin embargo, requiere constantemente pañales, crema hidratante, vitaminas y le gustaría al menos tener un TV y algunos libros que leer.
Quienes puedan hacer donaciones para él, o ayudarlo de alguna manera, pueden comunicarse al teléfono: 0426-7113801.
Génesis Carrero Soto/El Pitazo