“Cada vez que hay un tiroteo tengo que mentirle a mi hija”

Los tiroteos mantienen en vilo a la comunidad

Vecinos de El Paraíso, La Vega, Vista Alegre y Montalbán fueron testigos de la balacera que hubo entre la Cota 905 y La Vega, el martes 25 de agosto. Un funcionario de las FAES fue asesinado durante el enfrentamiento con miembros de la megabanda de El Coqui, que presuntamente intentó tomar el comando de Policaracas en la avenida Guzmán Blanco

“¡Mamá, mamá suenan muchos pum, pum!” Pame aún no se había percatado de la balacera que había en la Cota 905, cuando su hija fue a la cocina llorando. La niña de cuatro años la llevó hasta el balcón y repetía “Mami, suenan muchos pum, pum”.

Pame trató de calmar a su hija con la primera excusa que se le cruzó por la mente, luego de escuchar una gaita en la radio: “Hija, esos son fuegos artificiales porque ya se acerca Navidad”. No era la primera vez que debía calmar a su pequeña, tampoco es la primera vez que se convierte en un manojo de nervios por los enfrentamientos en la Cota 905.

La mañana del martes 25 de agosto se generó un enfrentamiento entre funcionarios de Policaracas y miembros de la megabanda de El Coqui, que se desplegó por la parte alta de La Vega y la Cota.

Según información policial, los delincuentes intentaron tomar el comando que queda en plena avenida Guzmán Blanco, en las faldas de la comunidad. Los funcionarios pidieron refuerzos y recibieron apoyo de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), el grupo élite de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

Edgar Jesús González Veitía, oficial jefe de la Brigada de Respuesta Inmediata (BRI) de las FAES, fue asesinado durante el operativo. Tres funcionarios más fueron trasladados hasta la Emergencia del hospital Pérez Carreño heridos de bala.

Luego de alrededor de dos horas de balacera, trascendió que las comisiones policiales tuvieron que salir del barrio, presuntamente por órdenes del ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, por lo cual los funcionarios habrían expresado su descontento en horas de la noche, alegaron que la megabanda de El Coqui es quien da las instrucciones al gobierno del presidente Nicolás Maduro. Esta información no fue confirmada oficialmente.

No es primera vez que los funcionarios reciben la orden de retirarse de la Cota 905. Hace un año y un mes ocurrió lo mismo. El 26 de julio de 2019, los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) tuvieron que retirarse de la zona, porque presuntamente así lo exigieron “del alto mando”. El operativo duró unas tres horas y no lograron la detención de ningún delincuente, al contrario, cuatro funcionarios resultaron heridos.

En aquella oportunidad, el enfrentamiento paralizó a toda la comunidad y zonas aledañas como El Paraíso, La Vega, Los Laureles, el peaje y Roca Tarpeya. El paso por la autopista Francisco Fajardo, a esa altura, estaba suspendido, al igual que el tránsito por la plaza Madariaga. El Cicpc, con apoyo de la Brigada de Acciones Especiales (BAE), buscaba a los miembros de la banda que asesinó al comisionado de la PNB, Carlos Valverde, el 24 de julio de 2019.

Pame subió el volumen del televisor, que está en la sala, para tratar de distraer a su hija del tiroteo con las comiquitas. Su edificio está ubicado en la avenida Páez de El Paraíso y en otras oportunidades le ha tocado encerrarse con su hija en el cuarto, por temor a una bala perdida.

Como la niña no dejaba de llorar y ya era hora de almuerzo, le tocó sentar a la pequeña muy cerca de ella en la cocina, para tratar de calmarla un poco. “Siento muchísima impotencia cada vez que hay un tiroteo en la Cota, tengo que pintarle una normalidad que no existe. Tenemos que vivir encerrados, no podemos salir tranquilos. Me duele tener que buscar mil maneras para decirle que no pasa nada y hacer algo normal de una situación anormal”.

Ernesto se enteró de lo que pasaba cuando hacía una diligencia en Chacao. Estaba con su hijo. En el enfrentamiento de hace un año una bala perdida entró a la sala de su apartamento momentos después de que su hijo pasó por ese mismo lugar. Este martes 25 de agosto prefirió hacer tiempo y sin decirle nada a su hijo de 11 años, le ofreció una barquilla. “Él quedó muy afectado. No le dije lo que pasaba, solo le di el helado y dimos unas vueltas. Mi hijo vino a ser feliz y no a preocuparse por estas situaciones”.

Vecinos de El Paraíso contaron que sienten que viven en una ruleta rusa cada vez que hay enfrentamientos en la Cota. Mery apenas se enteró de lo que pasaba comenzó a llamar a su hija para que no se acercara a su casa, que queda cerca de la avenida Páez de El Paraíso, con su nieto. También avisó a otros vecinos que estaban en la calle para que se cuidaran.

“Nos sentimos desprotegidos. No tenemos quien nos defienda, si a los mismos policías los mandan a salir de esos enfrentamientos y a dejar que esos malandros hagan lo que quieran”, dijo una vecina, con 47 años viviendo en la zona.

El tiroteo se escuchó en Vista Alegre y Montalbán

Generalmente, los vecinos de El Paraíso, la Cota 905 y La Vega son los más afectados cuando ocurre un enfrentamiento entre las bandas y los funcionarios. Pero el operativo de este 25 de agosto se escuchó hasta Montalbán II, a casi tres kilómetros de El Pinar, el sector donde se escucharon más fuertes las detonaciones por su cercanía al comando de Policaracas.

RECUADRO

Impunidad total

La Cota 905 se convirtió en zona de paz sin decreto oficial. En septiembre de 2013 con el Movimiento por la Paz y la Vida se dio pie a esta supuesta pacificación en Barlovento, Valles del Tuy y Maracay. De manera posterior se conocieron en Caracas, justamente en la Cota 905, El Cementerio y El Valle.

Las zonas de paz consolidaron las megabandas en la capital, explicó el abogado y criminólogo, Luis Izquiel. Así sucedió en El Cementerio, El Valle y la Cota; en más de 20 kilómetros de estas tres barriadas manda la megabanda de El Coqui, uno de los 10 delincuentes más buscados, según el Ministerio de Interior, Justicia y Paz.

Carlos Luis Revette, ·l Coqui, lidera los enfrentamientos armados con Carlos Alfredo Calderón Martínez, apodado El Vampi, y su lugarteniente, Garbis Ochoa Ruiz, alias El Garbis. Ellos también forman parte de los 10 delincuentes más buscados. Extraoficialmente, se conoció que frecuentan la zona y aún así no se concreta un operativo para su captura.

Yohana Marra / Crónica.Uno

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