La dama integrante de la Asociación Civil “Parranda de San Juan” nació en Guarenas un 22 de junio de 1936, convirtiéndose en una persona amorosa, madre ejemplar, abuela y bisabuela, digna representante de la mujer de esta región mirandina
La Asociación Civil “Parranda de San Juan de Guarenas”, cumple con el penoso deber de comunicar al pueblo de Guarenas sobre la triste partida de nuestro Patrimonio Mirandino, la señora Trina Díaz de Montero, quien fuera una de nuestras entusiastas representantes del origen, trayectoria e importancia de la manifestación folklórico religiosa en homenaje a San Juan Bautista en el municipio Plaza del estado Miranda.
Trina Díaz de Montero nació en Guarenas un 22 de junio de 1936, convirtiéndose en una persona amorosa, madre ejemplar, abuela y bisabuela, digna representante de la mujer guarenera, nacida y criada en el campo, en la Hacienda Casarapa, con la sencillez y gracia que la adornaron siempre; poseedora de gratos recuerdos de lo que era la vida del campo, expresando sus recuerdos de la fiesta en homenaje a San Juan en aquel paisaje pleno de labores agrícolas.
Fueron permanentes y aleccionadores sus recuerdos de la Guarenas de ayer, cuando la vida en medio de la ruralidad era propicia para la siembra y disfrute de nuestro folklore a través del baile, del cual disfrutó siempre, destacándose en la parranda de San Juan de Guarenas como una excelente bailadora de esta expresión sembrada por los esclavos traídos de Africa, el San Juan, a través de los años.
“Hoy la cultura y el folklore guarenero están de duelo. Las enseñanzas, el entusiasmo, y la alegría de esta gran cultora como lo fue Trina Días de Montero nos acompañaran siempre”, reza la nota enviada a La Voz por esta asociación cultural, a través de la profesora Nancy Vegas.
El cielo se viste de fiesta y color al recibir a un ángel lleno de alegría y luz. Siempre te recordaremos Trina, con esa energía y baile que te caracterizó”, señala la nota redactada por los cultores que acompañaron cada 23 y 24 de junio a la ahora fallecida dama guarenera.
Los restos de la apreciada cultora fueron velados en su casa, en el barrio “Altos de La Olla”, Las Clavellinas”. Paz a su alma.