WASHINGTON. El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, aseguró que la liberación de opositores presos en Venezuela por parte del Gobierno del presidente Nicolás Maduro «no resuelve, ni siquiera aborda, la crisis política subyacente».
«Quedan cientos de presos políticos y, al igual que a los que ahora se les ofrece arresto domiciliario o poner fin (por el momento) a sus causas penales, ninguno de estos venezolanos debería haber sido encarcelado ni un solo día», puntualizó Pompeo en su declaración, informa la agencia española de noticias Efe.
Hizo notar que entre los beneficiados por las medidas no había «ningún líder chavista o sindical destacado preso, ni ningún miembro del Ejército».
También alertó de que estas «desestimaciones de los cargos son condicionales», y que los opositores beneficiados están a expensas de que se les rescinda el beneficio si «‘vuelven a cometer cualquier acto de terrorismo, violencia o golpista’, según se determine arbitrariamente.
«En Venezuela no existen condiciones para unas elecciones libres y justas y la liberación de varios presos políticos no cambia eso», aseguró Pompeo.
«Muchos opositores políticos del régimen aún tienen prohibido postularse para cargos públicos y siguen sin derechos políticos», y la Comisión Nacional Electoral (CNE) «permanece bajo un estricto control», agregó.
Señaló que las condiciones mínimas para recibir una misión de observación electoral internacional creíble siguen ausentes», siguió Pompeo.
El secretario de Estado expresó su «respeto y admiración» a los opositores venezolanos, que calificó como «patriotas», por los «sacrificios que han hecho. Mencionó en concreto el caso de los líderes opositores Juan Guaidó, Leopoldo López y Julio Borges.
Tampoco podrán regresar al país la mayoría de los líderes políticos democráticos venezolanos exiliados, «porque saben que podrían ser encarcelados instantáneamente. Hay cero garantías para su seguridad», dijo.
«Instamos a todos los actores democráticos, tanto dentro como fuera de Venezuela, a continuar insistiendo en las condiciones necesarias, internacionalmente aceptadas, para unas elecciones libres y justas», concluyó Pompeo.