Antonia Turbay, la vecina del comisario Iván Simonovis, contó que entró sana a las celdas del Sebin en El Helicoide y que ahora sufre hipertensión, tiene várices y problemas en la vista
El pasado 31 de agosto de 2020, la señora Antonia Turbay finalmente quedó en libertad con una medida de indulto presidencial anunciada por el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Tenía más de un año con una boleta de excarcelación, pero ningún organismo cumplió la medida de libertad dictada por el tribunal.
Estuvo confinada en las celdas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) de El Helicoide. Su delito: ser vecina del comisario Iván Simonovis, quien evadió su arresto domiciliario y quien ahora mismo se encuentra en Estados Unidos. Funcionarios del Sebin detuvieron a Turbay el 27 de junio de 2019, luego de allanar su vivienda en La Florida.
“La boleta de excarcelación proviene porque el día que me presentaron al tribunal el fiscal pidió que me dieran una medida sustitutiva de libertad, con dos fiadores. El 26 de julio de 2019 salió la boleta de excarcelación, pero nunca me hicieron el acto conclusivo, no tuve audiencia preliminar y seguí detenida”, contó Turbay, en rueda de prensa desde la sede del Foro Penal Venezolano el pasado lunes 7 de septiembre.
La injusta prisión dejó en Antonia varios problemas de salud. Contó que entró sana, sin tomar una medicina, pero salió hipertensa, con várices y con problemas en la vista. Psicológicamente no está bien tampoco, tiene mucha rabia y dolor que asegura pronto sanará.
“Me siento muy extraña, estoy como en otra galaxia. La claridad del día no me molesta, pero me es extraña. Me pone como mareada, porque sí, de vez en cuando salíamos al sol (en prisión), pero no es lo mismo un ratico que la claridad”.
Según Alfredo Romero, director del Foro Penal Venezolano, aún quedan 333 presos políticos en el país. “En Venezuela tenemos el número más alto de presos políticos”.
El 31 de agosto de 2020, el gobierno del presidente Nicolás Maduro anunció un indulto para 110 personas, pero solo 13 % de esas personas eran presos políticos.
Romero explicó que de estas 110 personas, solamente 53 estaban privadas de libertad por motivos políticos y uno era un preso por delito común.
Además, 24 personas ya habían sido excarceladas y tenían procesos pendientes y seis tenían libertad plena. Y 26 eran investigadas por causas políticas, pero no tenían un proceso abierto, como diputados que están en el exilio o refugiados en embajadas.
“Hay causas, como la de Juan Requesens, en la cual se le otorga arresto domiciliario y queda fuera de los indultos; y se encuentra también está el caso de Mirlendris Benítez, totalmente inocente, en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF). Hay personas en causas como la del doctor José Alberto Marulanda, hay varios militares, y ningún militar entró en el indulto. No hay militares beneficiados por indultos”, recordó.
La noche del 31 de agosto de 2020, cuando Antonia salió de las celdas de El Helicoide, lo primero que hizo fue una videollamada para hablar con su única hija, quien vive en Bogotá (Colombia). “Tenía 14 meses sin ver a mi hija, mi única familia”.
En declaraciones a los medios de comunicación insistió en que es inocente y que su único delito era ser secretaria de la asociación de vecinos. Aseguró que no era amiga de Simonovis, aunque era su vecino y le tenía aprecio. “Fue muy triste y muy duro estar en prisión. Una de las normas de las prisiones era no tener celular y no me podía comunicar con el mundo. Hubiese preferido no estar ahí, hubiese preferido no ver a Requesens ni al montón de gente que está ahí y es inocente y eso me afecta”, contó Antonia durante la rueda de prensa con el Foro Penal.
Sin indultos
El vicepresidente del Foro Penal, Gonzalo Himob Santomé, recordó que aún quedan 333 presos políticos en el país y 9.237 personas sujetas a procesos penales arbitrarios, entre ellas 23 presas políticas que no fueron consideradas en el indulto, sin saber porqué, mismo caso que el de los policías de la extinta Policía Metropolitana y los militares detenidos, al igual que los 13 indígenas pemones y dos adolescentes que siguen presos políticos.
Himiob dijo que se celebran los indultos, pero hay que ver la otra cara de la moneda: las personas que no lo recibieron y siguen presas injustamente. “En este momento nadie sabe si sobre la mesa política están planteadas otras medidas. La prisión por motivos políticos tiene muchas facetas, no se soluciona el fenómeno solo poniendo maquillaje a una de esas caras. Detrás de estos números hay seres humanos que tienen familia, que están contando una historia a la que no se le está prestando atención y nosotros necesitamos que se le preste atención a esto”.
Recordó que el efecto de la “puerta giratoria” debe terminar, porque mientras salen de la cárcel unas personas, entran otras.
“La tortura existe”
El politólogo Nicmer Evans también relató que estuvo más de 45 días sin ver luz en calabozos de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Aún le afecta ver la luz y los primeros días en su libertad tuvo migraña.
Aseguró que no es conveniente dar detalles de lo que se vive en prisión, porque pone en riesgo al detenido que sigue adentro. “La tortura existe, es real, es verdadera, hay que estar adentro para saber que existe. Yo viví tortura psicológica, no viví tortura física, pero estar adentro es una tortura. En Venezuela no debe haber presos políticos. Quiénes nos reponen el tiempo perdido, quiénes restauran la justicia inaplicada”.
Al director del portal web Punto de Corte lo detuvieron el 13 de julio de 2020. Lo presentaron ante el tribunal 21 de Control de Caracas por el presunto delito de incitación al odio, un crimen contenido en la normativa contra el odio, aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente en noviembre de 2017. “Me leí 50 libros. Nos tienen con cámaras en todos los espacios, uno habla con temor porque no sabíamos si nos tenían micrófonos”, contó.
Hizo un llamado a quienes están en el poder, incluso a quienes se hacen llamar maduristas. “Hoy ustedes son iguales o peor a lo que criticaban que se estaba haciendo en la IV República. Ojalá alguno de ustedes caiga en conciencia”.
Ninguno había sido condenado
El abogado Joel García criticó este martes 8 de septiembre las declaraciones del Fiscal General de la República, Tarek William Saab, en las cuales dijo que los indultados podrían volver a ser juzgados si reinciden en “hechos violentos”. García explicó que el indulto y la reincidencia no aplican, porque ninguno de los indultados había sido condenado.
En conversación telefónica con un equipo periodístico del portal Noticiero Digital, el abogado defensor de Roberto Marrero y Demóstenes Quijada, ambos indultados por Maduro, manifestó su preocupación tras las declaraciones del fiscal, porque, según él, demuestra desconocimiento de términos jurídicos. “Tarek William Saab dio unas declaraciones en la televisión de todos los venezolanos, VTV, sobre las personas beneficiadas por el indulto y dijo, palabras más o palabras menos, que si esas personas reincidían en un delito similar, el indulto cesa y que la acción jurídica del perdón cesaba, por lo tanto serán nuevamente judicializados”.
“Es preciso aclarar que ese perdón y esa gracia otorgada por el ejecutivo es con relación al hecho que estaba siendo procesado, porque ninguno había sido condenado; y si una persona comete un nuevo delito se le debe juzgar por ese delito que cometió. El perdón no es sobre la conducta eterna de la persona, pero lo que sí me llama la atención y considero gravísimo es que el indulto tiene un efecto de impedir el ejercicio de la acción penal para perseguir el delito”, explicó.
Yohana Marra / Crónica.Uno