El poco abastecimiento de combustible, la lentitud en las colas, el trasnocho de los conductores y el recorte del horario hasta las 3:00 pm en las gasolineras, llevó a cerrar las calles a choferes que pretendían surtirse en las bombas del Puerto y Naiguatá, hecho ocurrido el pasado lunes en la noche.
Los habitantes de Naiguatá decidieron trancar la entrada de la parroquia con bolsas llenas de piedra. Al poco tiempo, llegaron los efectivos de la Policía Municipal y Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Las exigencias eran que abastecieran la bomba con suficiente combustible como para equiparlos a todos, pues tenían 8 días en las colas de Caribe para solo surtir el tanque con 30 litros, que finalmente se agotan al llegar a Naiguatá.