El jardinero venezolano conectó tres hits el jueves ante los Rojos de Cincinnati pese a un dolor en la muñeca izquierda. “El dolor sigue ahí. Para que se vaya debe terminar la temporada (y descansar) o yo no seguir jugando. Pero mientras yo pueda (estar en el terreno), lo haré”, le dijo a la prensa
Ronald Acuña Jr. conectó un doble impulsor en el quinto inning que puso arriba 1-0 a los Bravos, una ventaja que nunca más perderían contra los Rojos, en el segundo juego de la Serie por el Comodín de la Liga Nacional, el jueves por la tarde.
Acuña terminó el partido con tres hits en cinco turnos, lo que elevó su promedio a .364 (11-4) en los enfrentamientos contra Cincinnati. Una actuación que no es extraña al rendimiento que ha mostrado desde su debut en las Grandes Ligas, en 2018, especialmente en la postemporada.
Pero el jardinero ha estado jugando con molestias en la muñeca izquierda y aseguró que no piensa parar. “El dolor sigue ahí. Para que se vaya debe terminar la temporada (y descansar) o yo no seguir jugando. Pero mientras yo pueda (estar en el terreno), lo haré”, dijo la estrella venezolana, en la conferencia de prensa, después del partido. “Me duele, pero es algo que puedo controlar. No voy a dejar al equipo, seguiré hasta donde llegue el equipo”.
Acuña fue inscrito en la lista de incapacitados el 15 de agosto, un movimiento retroactivo al 12 de agosto, debido a una inflamación en la articulación de la mano. Se perdió 10 encuentros y, durante ese lapso, los Bravos jugaron para 5-5 (.500).
Desde entonces ha estado en observación. El 27 de septiembre, el último día de la ronda regular del equipo, fue sacado a última hora de la alineación por el mánager Brian Snitker, tras sentir disconformidad. Así que todo parece indicar que el descanso, antes de los playoffs, lo ayudó a mejorarse y sobrellevar su condición hasta el punto de poder desempeñarse con solvencia en el campo.
Gracias al batazo de Acuña Jr., que quebró la resistencia del derecho dominicano Luis Castillo, Atlanta ganó su primer careo de postemporada desde 2001, luego de perder 10 series consecutivas -lo que igualó un récord en las Mayores- y siete encuentros decisivos. Esta vez dejó en el camino a los Rojos, que fueron blanqueados dos veces. “Se siente súper bien ganar esta serie y pasar a la siguiente ronda. Como equipo, nos propusimos jugar nuestro a nuestra manera y dar lo mejor de nosotros”, apuntó Acuña. “Es una energía, una química sumamente contagiosa. Eso es lo que nosotros siempre tratamos de llevar al terreno”.
Detrás de Acuña, Marcell Ozuna y Adam Duvall, sacudieron jonrones de dos carreras en el octavo, para terminar de apoyar la hermética labor monticular del novato Ian Anderson y del bullpen, en el triunfo de los Bravos 5-0, en el Truist Park, que les valió la barrida.
Después de su estacazo y camino a iniciar su recorrido por las bases, Osuna hizo la mímica de tomarse una selfie. “Sabíamos, desde que le dio que la pelota, que se iba y eso lo venía hablando (Osuna), antes de ir a batear. Él dijo que iba a dar un jonrón y gracias a Dios lo pudo conectar. Lo gozamos todos como si se trata de nosotros”.
El lauro, llevó a los Bravos a la Serie Divisional, que se jugará en Minute Maid Park (Houston) como parte de la burbuja creada por MLB para los playoffs de 2020.
Ronald Acuña Jr. sumó su tercer partido de al menos tres hits en postemporada, a los 22 años y 288 días de nacido, lo que empató la marca del curazoleño Andruw Jones, que antes del día jueves era el único en registrar una actuación de ese calibre en la historia de las Grandes Ligas, previo a cumplir los 23 años de edad.
Adiós de Cervelli
El receptor Francisco Cervelli anunció el sábado su retiro, tras una carrera de 13 años en las Grandes Ligas.
Cervelli, de 34 años, participó solo en 16 juegos de esta temporada con los Marlins de Miami, antes de sufrir la más reciente de una serie de conmociones cerebrales. Fuertes impactos le provocaron el mismo problema en 2018 y 19.
El venezolano, quien se retira con un promedio de bateo de .268, pasó sus primeras siete campañas con los Yankees de Nueva York, y jugó también con los Piratas de Pittsburgh y los Bravos de Atlanta. Finalizó con 41 jonrones y 275 impulsadas.