Holanda atraviesa una fuerte polémica luego de que dos chimpancés fueran asesinados a tiros por las autoridades del zoológico de Amersfoort tras constatar la fuga de los primates del establecimiento.
El incidente tuvo lugar el pasado 3 de noviembre cuando dos chimpancés aprovecharon que sus cuidadores dejaron una puerta mal cerrada para escapar de su recinto. Rápidamente, sus responsables evacuaron el lugar y decidieron disparar a los animales “para evitar una mayor escalada”, según explicaron a través de un comunicado las autoridades del zoológico, quienes definieron lo acontecido como “una jornada negra”, reseña Infobae.
“La situación se controló rápidamente y ningún visitante o empleado resultó herido”, añadieron, al tiempo que detallaron que los chimpancés pudieron escapar “por un error humano al cerrar su recinto”. “Lo lamentamos mucho”, expresaron.
El asesinato de los primates generó protestas de distintas organizaciones defensoras de animales, entre ellas la Red de Ayuda a los Animales (RAYA), que afirmó que “este caso se suma a la larga la lista de casos de animales que son mantenidos en cautiverio para ser exhibidos al público y que cuando intentan escapar, son asesinados”.
Los parques zoológicos no parecen contar con protocolos que salvaguarden la vida de todos los que se encuentran en esos escenarios, sino que solamente intentan salvar las vidas humanas”, agregó la Corporación RAYA.
Frente a la polémica por la decisión de abatir a los chimpancés, el zoológico holandés aseguró que “no había otra opción” ya que “Mike y Karibuna (los primates) caminaban por la zona de visitantes” y demostraban “un comportamiento dominante que podría haber llevado a una situación peligrosa”.
“Por supuesto tenemos un protocolo preparado para este tipo de situaciones. También en este caso se puso en marcha de inmediato el protocolo ‘Animal escapado’. Esto significa que se lleva a visitantes y empleados a lugares interiores siempre que sea posible y que se rastrea al animal huido”, explicaron las autoridades.
Consultados acerca de por qué no decidieron sedar a los chimpancés previamente, afirmaron que tenían preparado un anestésico como medida de precaución, pero que el mismo tarda de “diez a quince minutos en hacer efecto” y que la situación podría haberse tornado “más grave”.
“Un chimpancé en estado agresivo puede conducir a situaciones muy peligrosas en las que la seguridad de nuestros visitantes y empleados se ve seriamente amenazada. Lamentablemente, no había otra opción, pero eso no significa que esta decisión no nos duela mucho”, concluyeron.
Karibuna era el macho alfa y líder del grupo mientras que Mike era el chimpancé más viejo del zoológico, con más de 50 años allí.
Redacción Cactus24