La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos tomó la decisión de prorrogar hasta la medianoche del 3 de junio de 2021 la permanencia de la petrolera estadounidense Chevron y las prestadoras de servicios a la industria de hidrocarburos Halliburton, Schlumberger Limited, Baker Hughes, una subsidiaria de GE, y Weatherford International.
La modificación de licencia general 8G, expedida este 17 de noviembre, faculta expresamente a estas empresas a mantener actividades mínimas e indispensables en el territorio venezolano como: «garantizar la seguridad del personal, o la integridad de operaciones y activos en Venezuela; participación en las reuniones de accionistas y de la junta directiva; efectuar pagos de facturas de terceros por transacciones y actividades autorizadas por el párrafo a) de esta licencia general, o en que se haya incurrido antes del 21 de abril de 2020, siempre que dicha actividad fuera autorizada en el momento en que se produjo; el pago de los impuestos locales y la adquisición de servicios públicos en Venezuela; y el pago de los salarios de los empleados y contratistas en Venezuela».
La licencia no autoriza a Chevron a desarrollar actividad productiva alguna en los negocios que mantiene con Pdvsa, como es el caso de la empresa mixta Petropiar en la Faja Petrolera del Orinoco, y del bloque Petroboscán en el estado Zulia. Los términos de la prórroga se limitan a aquellas operaciones que signifiquen mantener el control y/o seguridad de los activos o preparar todo para una eventual salida del país, un escenario que se pospone.
Analistas esperaban que el presidente Donald Trump radicalizara su postura y ordenara la salida de estas empresas del país, a pesar de intenso lobby realizado, especialmente por Chevron, por mantenerse en el mercado venezolano, donde ya tiene una presencia centenaria.
Trump venía reevaluando su estrategia sobre Venezuela, debido a que su apuesta por un gobierno interino del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, no fructificó; no obstante, la línea de mantener la presión sobre el gobierno del Presidente Nicolás Maduro se mantiene incólume, de acuerdo con todos sus voceros.
La medida de permitir que Chevron y las demás empresas de servicios se mantengan en Venezuela puede ser interpretada como un movimiento propiciado por la inminencia de una transición presidencial, a pesar que el mandatario estadounidense insiste en no reconocer los resultados de las elecciones del pasado 3 de noviembre.