Cerca de un centenar de ballenas piloto o calderones murieron varadas en el sur de las lejanas islas de Chatam, al sur de Nueva Zelanda, informaron este miércoles las autoridades encargadas de la preservación de la biodiversidad del país.
La mayoría de las ballenas quedaron varadas en las playas de este archipiélago situado a unos 500 km al este de la isla del Sur, lo que complica las operaciones de salvamento, según el ministerio de biodiversidad.
Jemma Welch, que trabaja en el ministerio, dijo a AFP que 69 delfines estaban ya muertos cuando llegaron las autoridades encargadas de la protección de la fauna salvaje.
La comunidad maorí ha organizado una ceremonia en honor a las ballenas, mientras que sus restos se descomponen naturalmente.