El personal de salud, especialmente el de enfermería, trabaja a ciegas ante un Estado que no dota a hospitales de equipos e insumos y tampoco atiende los daños en su infraestructura, dijo Contreras. Resaltó que su gremio siente miedo de contagiar a sus familiares y vecinos al volver a casa debido a que en los hospitales no hay agua para ducharse después de sus guardias: “No nos dan gel antibacterial, gorros ni guantes; solo nos dan un tapaboca que debemos usar por 15 días continuos”.
La presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas resaltó la importancia de la alianza con instancias internacionales para que sean vistas las vejaciones a las que están expuestas y puedan lograr las condiciones laborales dignas que tienen años exigiendo a las autoridades.
“Antes de la pandemia, el personal de enfermería ya laboraba en condiciones catastróficas dentro de los hospitales venezolanos, sin insumos y con salarios que les condenan a la extrema pobreza. También somos perseguidos y amenazados por nuestros empleadores si exigimos nuestros derechos”, indicó Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Profesionales de Enfermería de Caracas durante el webinar Enfermeras entre la violencia institucional y la pandemia, organizado por Amnistía Internacional Venezuela»