El gobierno de Mark Rutte, en Holanda, dimitió este viernes en bloque como consecuencia de un escándalo sobre ayudas a menores. La coalición cae a sólo dos meses de las elecciones legislativas previstas para mediados de marzo. La dimisión tiene pocos efectos prácticos. Rutte seguirá gobernando en funciones hasta los comicios y seguirá después del día de las elecciones hasta que se forme una nueva coalición de gobierno, que probablemente seguirá dirigiendo él mismo.
El escándalo arreció cuando una comisión de investigación parlamentaria aseguró en diciembre que más de 20.000 familias, la mayoría inmigrantes holandesas con origen extranjero, fueron acusadas durante años de haber cobrado ayudas financieras para sus hijos menores de edad de forma fraudulenta.
Esos padres se llevaron a juicio y tuvieron que devolver de una vez el dinero cobrado durante años.
En algunos casos tuvieron que pedir préstamos para cumplir con la devolución.
El informe, titulado “Injusticia sin precedentes”, asegura que el cobro de esas ayudas fue completamente legal.
Y la exigencia de su devolución un error de funcionarios de Hacienda.
Un error que habían cometido sobre todo cuando se trataba de familias inmigrantes.