Dustin Higgs, un prisionero en el corredor de la muerte en Indiana, murió este sábado en la última ejecución federal llevada a cabo durante el gobierno de Donald Trump, a pocos días de que culmine su presidencia.
Higgs fue condenado por ordenar el asesinato de tres mujeres jóvenes en el área de Washington DC en 1996, pero hasta el momento de su muerte negó su rol en los homicidios.
Higgs falleció a las 01:23 hora local (06:23 GMT) después de recibir la inyección letal.
Se trata de la ejecución número 13 llevada a cabo desde julio, cuando el gobierno estadounidense puso punto final a un intervalo de 17 años sin ejecuciones federales.
Un tribunal había ordenado suspender la ejecución de Higgs porque había contraído covid-19, pero la decisión fue revertida más tarde.