Los casos de abuso sexual infantil y la distribución de material pedófilo en Internet se dispararon durante la pandemia, lo que se ha acentuado en más de 50% en algunos países europeos debido a la mayor presencia en la red de los delincuentes, pero también de las víctimas, que interactúan, socializan y estudian más en el mundo digital. Es una de las otras pandemias sociales provocadas por el covid-19.
Los confinamientos han llevado a los niños a videollamar a sus abuelos y amigos, a interactuar más en las redes sociales, a jugar con amigos en plataformas conectadas a Internet, y a hacer un uso educativo del mundo digital, lo que ha trasladado la mayor parte de su vida al mundo virtual, reconoció la directora de Europol, Catherine de Bolle.
“Es difícil dar cifras oficiales, pero ha aumentado el abuso sexual contra los niños en Internet y la distribución de material de explotación sexual infantil. Vemos que creció en algunos países más de 50% durante la pandemia”, añadió sobre uno de los delitos que se han disparado en la red durante el último año.
Desde la agencia de coordinación policial europea
En La Haya, De Bolle enfatiza que la prevención es sumamente importante contra el abuso sexual infantil, por lo que instó a los países de la Unión Europea a lanzar campañas de concienciación.
“El mensaje de prevención es muy importante”, alertó sobre lo que Europol considera una grave amenaza para la seguridad de los niños, protagonizada por delincuentes sexuales que han encontrado en la emergencia sanitaria actual una oportunidad tentadora de acceder a un grupo más amplio de potenciales víctimas.
En noviembre, una operación de la Gendarmería francesa llevó al arresto de 15 sospechosos acusados de explotación sexual de niños en Internet: utilizaron las redes sociales para acercarse a menores de hasta 12 años de edad, y los indujeron a compartir fotos y videos íntimos. La policía identificó a ocho víctimas potenciales por abuso sexual e incautó 1.058 imágenes ilícitas.
Los niveles constantes de actividad en la web profunda durante la crisis del covid-19 “reflejan el modelo empresarial organizado que ha evolucionado y con él el nivel de amenaza que representa para los niños”, dice Europol.